Luis Almagro, acérrimo enemigo de Venezuela y propulsor de la intervención y desestabilización desde la OEA, (Foto: Archivo)
Yvke Mundial/Cubadebate
Mientras
en Perú se desarrollaba la VIII Cumbre de las Américas, bajo el eslogan
“Gobernabilidad democrática frente a la corrupción”, allí, en el país
donde su presidente renunció por corrupto, se reunirán corruptos de
diverso pelo, todos apadrinados por el secretario general de la
Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, un hombre sobre
quien, según documentos obtenidos por el medio de prensa uruguayo Caras y
Caretas, recae la sombra de la duda en cuanto a la limpieza de su
proceder con los dineros públicos.
En los documentos obtenidos por dicha revista
indican que en sus años como ministro de Relaciones Exteriores, durante
el gobierno frenteamplista de José Mujica (2010-2015), Almagro cobró 233
mil 859 dólares y devolvió apenas unos 8 mil del monto total.
Así se desprende de las planillas donde queda
asentado el concepto viático recibido, el monto abonado, el monto
devuelto, la fecha y el carácter de la misión. El excanciller no escapa a
las generales de la ley y como tantos otros gobernantes o directores de
empresas públicas, de distintos gobiernos y partidos, no devolvió casi
nada de lo cobrado. Si se tiene en cuenta que muchos de sus viajes los
realizó como integrante de comitivas presidenciales y que en esos casos
nada o casi nada de los gastos sale de los bolsillos de los
viajantes, Almagro se quedó con dinero público, o lo usó en gastos
personales.
Se pueden tomar al azar diversos viajes: apenas
diez días después de asumido su cargo -el 10 de marzo de 2010-, el
canciller integró la comitiva presidencial que viajó a Santiago de Chile
y posteriormente a la ciudad boliviana de Cochabamba. Es de pensar que
tanto el hotel como la mayor parte de las comidas corrieron por cuenta
de los anfitriones. Los pasajes de avión los pagó Presidencia. Pero
Almagro cobró por esos cuatro días en el exterior mil 84 dólares según
consta en el recibo número 184.210. Al regreso no devolvió nada según
quedó asentado en la planilla.
Un año después, el 10 de marzo de 2011, viajó dos
días en misión oficial a Buenos Aires y Quito. La planilla indica que
por ese viaje cobró un viático de mil 17 dólares de los cuales no
devolvió nada. El el primero de agosto de 2011 viajó por dos días a la
ciudad de Buenos Aires, por lo que recibió un viático de 740 dólares,
tampoco devolvió monto alguno.
De acuerdo a los datos tomados de forma aleatoria
para ilustrar el uso del dinero público por parte del excanciller y hoy
secretario general de la OEA, desde donde pontifica sobre la corrupción
en el continente, vemos que el 22 de agosto de 2011 viajó integrando una
delegación oficial a las ciudades de Ginebra (Suiza), Beirut (Líbano) y
Nueva York (EEUU) y, según consta en un recibo que lleva el número
181.274, recibió un viático de 10 mil 783 dólares y a su regreso
devolvió apenas 529. El 7 de noviembre de 2011 viajó a Brasilia, donde
se entrevistó con funcionarios del gobierno de Dilma Rousseff -la misma
que cuando fue fraudulentamente destituida no recibió muestras de
respaldo o solidaridad por parte del secretario de la OEA- y recibió 590
dólares según consta en un recibo que lleva el número 181.298. No
devolvió nada.
Así se pueden seguir leyendo las planillas, las
que se convierten en una muestra de cómo se usan los dineros públicos.
Almagro no sólo no devolvió dinero (y si lo hizo, fue muy poco), sino
que no rindió cuentas de sus gastos. Ahora, desde su cargo en la OEA, la
emprende contra los gobernantes del continente por el uso que hacen de
los recursos, en particular si son de izquierda o tienen alguna simpatía
por ella. Nada ha dicho de Michel Temer, por ejemplo, o de las
elecciones en Honduras, donde las denuncias de corrupción
institucionalizada llevaron a la renuncia del jefe de la Misión contra
la Impunidad en ese país porque su superior, Almagro, no tuvo en cuenta
sus informes.
Vale destacar que durante la conferencia de Lima,
Almagro compartió la tribuna con individuos como Michel Temer,
filmado in fraganti mientras pagaba una coima, Horacio Cartes, sobre
quien pesan denuncias de corrupción de diverso tipo, y Mauricio Macri,
propietario de empresas offshore no declaradas. Además, la Cumbre
sesionó en un país cuyo presidente renunció tras la denuncia de un grupo
de diputados de intento de compra de votos de legisladores para evitar
su destitución. Los parlamentarios que participaron en la maniobra
siguen en sus bancas.
(Tomado de Caras y Caretas)
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