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Dios es quien te sostiene



Cuentan que el evangelista Henry Moorhouse tenía una hijita paralítica. Un día llegó a su casa con un paquete en la mano y la niñita, que estaba sentada en su silla, le dijo:

-    Mamá está arriba. Dame el paquete y yo se lo voy a llevar.

El padre sorprendido le preguntó cómo iba a hacer ella, que no podía caminar, para llevarle el paquete a la madre. Entonces la niña le respondió:

-    Tú, papá, me darás el paquete. Yo lo llevaré en mis manos, y tú me llevarás a mí.
Levantándola en sus brazos, la llevó hasta la presencia de la madre; y mientras lo  hacía pensó: “Es justamente lo que me sucede a mí. Yo llevo mis preocupaciones y mis cargas, pero Dios es quien me lleva a mi”

En muchas oportunidades pareciera que nuestros problemas son una carga muy difícil de llevar, que las fuerzas no nos van a alcanzar y pensamos que estamos sólo en ese viaje.

La única forma de hallar paz y descansar es entregando nuestras cargas a Dios pero al momento de hacerlo y aun antes,  cuando intentamos desesperadamente hacer todo por nuestra cuenta, Él está ahí sosteniéndonos, ayudándonos a dar un paso más, nunca nos abandona.

Normalmente, es después de las pruebas y de los tiempos difíciles que solemos pensar “No sé de dónde saqué las fuerzas” y observando bien todo lo ocurrido llegamos a la conclusión de que fue Dios quien nos sostuvo.

Lleva todas tus preocupaciones ante Dios, entrégaselas y descansa en Él porque no hay mejor lugar que su Presencia y no hay nadie más que tenga una mejor respuesta, ni nadie que te ame más.

“Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes”.  1 Pedro 5:7 (NTV)

Puede ser que la respuesta llegue ese momento o quizás demore más de lo que  deseamos pero la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento llenará nuestros corazones y nos permitirá seguir adelante.

“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús”  Filipenses 4:6,7 (NTV)

Dile a Dios qué necesitas y mientras llega la respuesta descansa en Él porque  no te ha soltado ni lo va a hacer, te sostiene todo el tiempo, sólo confía en que sus planes son de bien y que te ama como nunca nadie lo hará.



 


Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ

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