Esto lo pudo constatar el señor Jesús Guaramato, quien vive en pequeño conglomerado de viviendas ubicado al margen de la vía y que colinda con el río. Visiblemente preocupado, explicó que el terreno cedió el pasado viernes, cuando “el agua subió a ras de la carretera y se llevó todo el borde del terreno”. En efecto, a unos cuatro metros de las casas el suelo está fracturado.“Desde la carretera se ve como si no pasara nada, pero
usted mismo está viendo que si sigue lloviendo esto se va
caer”, dijo. Al igual que otras personas consultadas,
como la señora Rosa Pacheco, delConsejo Comunal de Ochoa,
quien coordina un refugio temporal, el señor Guaramato
expresó que a mediad que la mayor preocupación de quienes
habitan en la zona es el agua
Aunque se ha restituido el servicios, no es continuo,
“y lo que sale es puro barro”, dijo Pacheco.
LaAlcaldía del Municipio Plaza contrata cisternas que ayudan
a suplir el líquido, pero las y los vecinos dicen que no es suficiente.
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