Ayer me encontré con el Comandante Chávez, haciendo cola en un centro de votación. Me dijo: No digas nada hermano, ando disfrazado de Tribilín, me le volé a la escolta para venir a votar. Sorprendido, y con tantas cosas que contarle, no me atreví a decir ni una palabra, por respeto creo yo. El me miró profundamente y comprendiendo mi silencio me dijo bajito: tranquilo compatriota, los revolucionarios tambien tenemos derecho a molestarnos, a hacer críticas, a ser irreverentes en la discusión pero leales en la acción. Con las bases me la juego compadre!
Yo ya no soy yo, yo soy un pueblo, carajo!, me repitió como Mantra
Y efectivamente así es, ayer el pueblo Chávez se vistió de Chávez y hecho millones tomó de nuevo las calles dando un claro mensaje: los de abajo seguimos aquí en pie de lucha y le pedimos al gobierno y al Partido que seamos más todavía como Chávez, que comprendemos como cuando el paro petrolero, donde está y quien es el enemigo real. Que cuando se nos convoca para defender los altos intereses de la Patria bajamos cerros, recorremos caminos, campos y vamos pintando de Chávez al país. Pero es el momento de apurar al sol, dijo de pronto un sonriente Alí, que también vino a votar. Y entraron los dos al centro, cantando: ....el pueblo es sabio y paciente...y se me fueron perdiendo de vista. Nadie me creyó, pero juro que así fue, ayer hablé con Chávez
Jesús Álvarez Tovar
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