Análisis de todo signo inundan las redes sociales, matemáticos y estadísticos se deleitan haciendo teoremas que expliquen que sucedió ayer.
Propios y extraños, chavistas y opositores están sorprendidos de la "alta" votación de ayer en las primarias del PSUV.
Un pueblo sometido a una intervención quirúrgica continuada, le operan el estómago, el corazón y el cerebro de manera simultánea, y por si acaso, lo ponen a hacer colas para doblarles las rodillas, se supone, o suponen los autores de tan macabra receta, que esa simultaneidad quirúrgica era suficiente para matar a la Revolución y su sujeto y razón de ser El Pueblo.
El triunfo de ayer, si bien es cierto que fueron excelentes resultados, hay que analizarlo en el marco de lo simbólico, de la nueva espiritualidad formada, moldeada por Chávez.
Chávez nos enseñó el rostro del enemigo, nos caracterizó sus maneras e intenciones, nos ratificó una y mil veces que si ellos, la burguesía, triunfan el pueblo se jode.
En esa nueva espiritualidad nos trajo, nos revivió nuestro pasado glorioso, hijos e hijas del padre Bolivar, somos Libertadores, guerreros por la libertad, jodimos y sacamos de aquí al Imperio Español y eso, esa rabia y sed de justicia Chávez nos la convirtió en Revolución.
Ayer fue cosecha, ayer nos hicimos Chávez, ayer y cada día de éstos últimos 16 años hemos enfrentado cada reto, cada dificultad y hemos salido victoriosos.
Aquí estamos Nicolas, aquí estamos hermano en Chávez, dispuestos al combate, dispuestos al amor, tenemos PATRIA y que nadie se equivoque.
Samuel Santos
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