El aprendizaje es el proceso a través del cual se modifican y adquieren habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación. En nuestra vida es una tarea constante que realizaremos hasta el final de nuestros días.
Cuán importante es que no dejemos de adquirir conocimiento, en especial cuando hemos empezado la vida cristiana, pues el quedarse con sólo las cosas básicas de la Palabra de Dios, es permanecer como un bebé, dice Hebreos 11:14 “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” Versión Reina-Valera 1960
Pablo exhortaba claramente a no conformarse, más bien instaba a aprender más para tener la capacidad de discernir entre el bien y el mal.
Cuando eres ingenuo, eres presa fácil de engaños. Hay cierto tipo de estafa donde el delincuente aprovecha la ingenuidad de sus víctimas para robar, se lo llama el “cuento del tío” Básicamente consiste en engañar a una persona haciéndole creer que está realizando un buen negocio al intercambiar su dinero por un objeto que presumiblemente tiene mayor valor, pero que en realidad es falso o carece del valor indicado. Así también hay engañadores que, a nombre de Dios, aprovechan de la ingenuidad de las personas sacando provecho para sí mismas. Consideras que ¿Eres capaz de discernir lo malo y lo bueno?
No te conformes con un aprendizaje limitado, más bien explora más, comprende y experimenta lo que Dios tiene para ti por su Palabra. Recuerda que también tus batallas son ganadas cuando sabes quién eres en Dios.
¡Aprende y también enseña lo bueno!
Soraida FuentesCVCLAVOZ
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