Aproximadamente unos 600 ciudadanos venezolanos fueron desalojados y deportados de un campamento instalado en una cancha deportiva en el barrio Sevilla, Cúcuta en la frontera de Colombia con Venezuela, de allí fueron trasladados a otras zonas colombianas, a los límites con Ecuador y la mayoría a Venezuela, en autobuses comerciales y en camiones del ejército colombiano.
Luego de ser rechazados por la población de Sevilla, donde incluso fueron víctimas de ataques por bombas molotov, las autoridades colombianas decidieron que quienes tenían pasaporte fueran enviados a Rumichaca (principal puente entre Colombia y Ecuador); indicó el alcalde de la ciudad colombiana de Cúcuta, César Rojas, en un video que difundió en redes sociales.
El Alcalde precisó que 27 venezolanos fueron enviados a Ecuador. Otros que tienen origen colombo venezolanos y quienes poseían sus documentos en regla fueron llevados a otras áreas de Colombia donde tienen a sus parientes, reportaron algunos medios localesy 218 de estos desalojados fueron deportados a Venezuela.
Varios venezolanos y colombianos, e hijos de colombianos que regresaban a Colombia, pernoctaban en una cancha deportiva de Sevilla, un barrio de unos 45.000 habitantes en el este de Cucuta, pero los locales protestaron durante los últimos días la presencia de los venezolanos, exigiendo su salida, sin considerar que habían connacionales de ese país entre los que se refugiaban en esa cancha.
Los que se encontraban allí de paso, debido a la crisis por la que atraviesa Venezuela, no han sido considerados como desplazados ni se les ha buscado una solución como lo ha establecido Venezuela, dentro de sus políticas en casos de desplazados de Colombia hacia Venezuela, donde han sido acogidos con políticas de inclusión y de protección social.
Se calcula que en Venezuela hacen vida unos 6 millones de colombianos, y hasta ahora han gozado de los mismos derechos que los venezolanos y no se han realizado protesta alguna que manifieste el rechazo de su presencia en el país.
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