El madurismo impone a su candidato natural y aplasta las últimas posibilidades democráticas dentro del proceso, no se podía esperar otra actitud. Simultáneamente, monta su descarada simulación: convoca un parapeto de congreso para pasarle un barniz de legalidad a la candidatura de Maduro, y como si esto fuera poco, construir un Plan que pretende ser de la Patria cuando en realidad es de la "antiPatria".
A la par, la derecha de la mud va al diálogo, se debate entre varios candidatos presidenciales, las vacilaciones asombran a su base, son pateados por el gobierno pero insisten en asistir a sus convocatorias, maria corina se opone y se muestra radical, Ramos aparece como más pensativo, Poleo les jala las orejas...
El cuadro es de difícil comprensión, en la población cunde el escepticismo. Intentemos una explicación. Veamos.
Lo cierto es que el capitalismo ha conseguido derrotar, restaurar, a la casi totalidad de los intentos revolucionarios, y así como cada Revolución es en sí misma inédita, cada restauración también lo es. La Revolución Bolivariana, la de Chávez, sufrió un violento proceso de restauración, tratemos de entenderlo.
El primer paso fue el asesinato del Comandante, inmediatamente se formaron dos bandos capitalistas, y sorpresivamente no se consiguió formar un sector socialista. Las causas fueron variadas, uno de los factores principales fue el impacto del magnicidio, la pesadez del duelo que los inhibió.
Uno de los bandos capitalistas capturó al gobierno y su función fue desmontar al Socialismo. Es el madurismo, que intenta, así como el famoso Gorbachov, desmontar al Socialismo con suavidad, sin desprenderse de la imagen de Chávez -dejando a Lenin en la Plaza Roja-, aunque falsificada; habla con los mismos símbolos, no se desprende del discurso, a veces nombra al Socialismo, nunca habla de capitalismo, de transnacionales, a lo sumo menciona a los privados. Su perfil es atropellador, suplantó toda legalidad, pero no para restaurar la legalidad burguesa sino para construir una especie de monarquía, de reino de la mediocridad, un pranato. La constituyente intenta dar legalidad a todas las necesidades del gobierno. A la masa la trata con un populismo desteñido, no consigue fanatizarla. Construye un tinglado de legalidad que más es una caricatura, un sarcasmo, construye un remedo de parlamento, un fiscal al que rápidamente se le mojó la pólvora, un tsj y un cne sumisos, borregos, chabacanos.
Este bando conspira contra el Socialismo en complicidad con los militares, quien puede negarlo, basta ver quién en realidad dirige a la sociedad para entender el golpe silencioso que sufrimos. Este bando cumplió su papel de desprestigiar al Socialismo, debilitarlo, crear la condiciones para su derrota definitiva.
El otro bando que aparece en escena es el capitalismo franco, se asume capitalista sin ningún tipo de vergüenza, es el "Yeltsin" de este proceso de restauración, la estocada final, va directo al grano, su política es el choque. Se muestra con una fachada, la mud, pero conspira para una salida violenta, no es necesario pincharles los teléfonos para deducir que preparan una salida violenta, que no es extra constitucional, ya el otro bando resolvió este asunto, ya no hay constitución; que tiene todo el respaldo internacional, ya el bando madurista se encargó de poner a todo el planeta en contra, hasta peleó con el vecino país; la salida será de fácil aceptación por la masa, ya el bando madurista se encargó de construir la mayor crisis de que se tenga noticias.
Los dos bandos son parte de un mismo proceso: yugular al Socialismo. Y lo están consiguiendo, los dos bandos conspiran mientras engañan con apariencias democráticas. El Socialismo sigue sin conseguir a sus líderes, está acorralado, aturdido aún con el asesinato del Comandante, con la capacidad de ruindad de los "anteschavistas".
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