Cuando aquel hijo ingrato reconoció que debía ir arrepentido hacia el Padre pues extrañaba hasta la comida de su casa la respuesta del Padre llama la atención pues lo primero que Dios hace con nosotros es quitarnos la vestidura de pecado, la de miseria y otras tantas; volvemos a el destruidos y sin posibilidades y el nos coloca un anillo, nos reconoce como a hijos y nos da de su banquete solo lo mejor.
Llama la atención que lo primero que hace contigo es cambiar tus vestiduras de la misma manera que aquellos convidados al banquete, que no te pase que fuiste llamado por Dios y aun dentro de su Iglesia y no tengas el traje adecuado pues seras echado fuera donde es el llanto y el crujir de dientes, a Dios no se llega por antigüedad sino por sinceridad...! No lo olvides !.
Orestes González
Siervo de Dios
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