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Si
eres amante de ver al cielo y disfrutar de sus colores y cambios,
entonces esta noticia es para ti. Resulta que el año 2018 traerá algunas
peculiaridades a nivel de eventos astronómicos.
Pues el año que comenzará en pocos días estará
marcado por el «encuentro» entre planetas, eclipses, lluvias de
estrellas e impresionantes lunas; y aunque muchos de estos fenómenos
cíclicos se repiten anualmente, a causa del comportamiento de la órbita
terrestre y de los otros cuerpos del Sistema Solar estos son los eventos
que podremos contemplar cada mes.
Enero: superlunas y Cuadrántidas
El mismo 02 de enero 2018 ya resultará interesante
para los astrónomos. Llegará una superluna, un fenómeno que hace que la
Luna llena parezca más grande y brillante de lo habitual, debido a que
el satélite está muy cerca de la superficie terrestre.
Entre los días 03 y 04 de enero, la Tierra
atravesará los restos dejados atrás por el cometa extinto 2003 EH1, y
las partículas entrarán en la atmósfera produciendo una lluvia de
estrellas con 40 meteoros por hora: la lluvia de las Cuadrántidas. El
fenómeno durará del 01 al 05 y alcanzará su máximo el día 03. Por
desgracia, la Luna llena dificultará poder disfrutar de las estelas de
los meteoros, y solo se podrán ver con facilidad después de medianoche.
El radiante de los meteoros (el lugar del cielo del que parecen
provenir) de la constelación de Boyero, pero serán visibles en cualquier
parte del cielo.
El 31 de enero aparecerá la segunda Luna llena del
mes, por lo que se dice que será una «Luna azul», y debido a su
proximidad a la Tierra será la segunda y última superluna del año.
Además, la Luna quedará totalmente oculta por la sombra proyectada por
la Tierra (la umbra) y se producirá un eclipse lunar total, visible al
oeste de América del Norte, Asia oriental, Australia y Pacífico, que
teñirá de rojo o anaranjado el disco del satélite.
Las Lunas llenas tendrán lugar el 02 y el 31 de enero.
Febrero: un eclipse solar parcial al Sur
Febrero será un mes relativamente aburrido. Lo
único reseñable es que la Luna nueva llegará el 15 de febrero y gracias a
eso la oscuridad permitirá que sea un buen momento para observar
objetos poco brillantes en el cielo, como galaxias y cúmulos. Ese día
ocurrirá también un eclipse solar parcial solo visible en el hemisferio
Sur, (en partes de Chile, Argentina y la Antártida).
Marzo: la «Luna azul» de primavera
A las 16.15 UTC del 20 de marzo el Sol pasará por
el equinoccio de marzo. La estrella estará en el plano del ecuador y la
duración de los días y las noches se igualará. Este será el primer día
de la primavera astronómica en el hemisferio norte y del otoño en la
mitad austral del globo.
El 31 de este mes ocurrirá otra «Luna azul». Esto
ocurre cuando dos Lunas llenas caen en un mismo mes, cosa que también
ocurrirá en enero de 2018.
Las Lunas llenas tendrán lugar el 02 y el 31 de marzo.
Abril: la lluvia de estrellas de las Líridas
Entre los días 22 y 23 de abril se producirá el
pico de otra interesante lluvia de estrellas: las Líridas. Lo cierto es
que no es una lluvia de meteoros muy intensa, ronda, como mucho, las 20
estelas luminosas por hora, pero puede resultar bonita en una noche
oscura. Esta lluvia ocurre cuando la Tierra atraviesa los restos dejados
atrás por el cometa C/1861 G1 Thatcher. Las Líridas aparecerán desde el
16 al 25 de abril, y resultarán visibles después de medianoche, cuando
la Luna se ponga. Las estelas luminosas, que podrán llegar a durar un
par de segundos, parecerán provenir de la constelación de Lira, y de ahí
el nombre de Líridas, pero podrán aparecer en cualquier punto del
cielo.
La Luna llena ocurrirá el 30 de abril.
Mayo: Júpiter y las lágrimas del Halley
Si las Líridas serán visibles hasta el día 25 de
abril, a partir del 19 de mayo y hasta el 28 del mismo mes podrá verse
una lluvia de estrellas bastante más intensa: las Eta Acuáridas. Este
fenómeno, que alcanzará su pico entre el 06 y el 07 de mayo, llegará a
los 60 meteoros por hora en el hemisferio sur y a los 30 en el norte. Al
igual que las otras, esta lluvia de estrellas se producirá cuando las
partículas procedentes de la cola de un cometa entren en la atmósfera a
alta velocidad, ardiendo y formando efímeras estelas. En esta ocasión,
el causante será el campo de restos del famoso cometa Halley. Después de
medianoche, las estelas podrán verse en cualquier parte del cielo, con
su radiante en la constelación de Acuario.
El 09 de mayo Júpiter estará en oposición. El
gigantesco planeta gaseoso estará en su máxima aproximación a la Tierra y
quedará totalmente iluminado por el Sol, por lo que resultará más
brillante que nunca en el cielo y además será visible toda la noche.
Cualquier telescopio mediano podrá captar las bandas de gas de su
atmósfera. Unos prismáticos permitirán ver los puntos luminosos
correspondientes a algunas de sus mayores lunas.
La Luna llena aparecerá el 29 de mayo.
Junio: solsticio y oposición de Saturno
A las 10.07 UTC del 21 de junio llegará el
solsticio de verano y con él el día más largo del año en el hemisferio
Norte. La parte septentrional del planeta estará inclinada hacia el
Sol y la estrella estará en el plano del trópico de Cáncer, a 23.44
grados norte de latitud. La consecuencia es que comenzará el verano en
el hemisferio norte y el invierno en el sur. De hecho, desde ese
momento, los días comenzarán a acortarse al norte del ecuador y a
alargarse al sur.
Un mes después de la oposición de Júpiter, llegará
la oposición de Saturno, y con ella, la máxima aproximación de este
gigante al planeta Tierra. El planeta gaseoso será muy brillante en el
cielo y visible toda la noche. Los telescopios medianos podrán captar su
atmósfera y la luz de algunos de sus satélites.
La Luna llena tendrá lugar el 28 de junio.
Julio: llega la «Luna de Sangre»
A las 10.07 UTC del 21 de junio llegará el
solsticio de verano y con él el día más largo del año en el hemisferio
Norte. La parte septentrional del planeta estará inclinada hacia el
Sol y la estrella estará en el plano del trópico de Cáncer, a 23.44
grados norte de latitud. La consecuencia es que comenzará el verano en
el hemisferio norte y el invierno en el sur. De hecho, desde ese
momento, los días comenzarán a acortarse al norte del ecuador y a
alargarse al sur.
Un mes después de la oposición de Júpiter, llegará
la oposición de Saturno, y con ella, la máxima aproximación de este
gigante al planeta Tierra. El planeta gaseoso será muy brillante en el
cielo y visible toda la noche. Los telescopios medianos podrán captar su
atmósfera y la luz de algunos de sus satélites.
La Luna llena tendrá lugar el 28 de junio.
Agosto: la lluvia de las Perseidas
El 11 de agosto volverá a ocurrir un eclipse solar
parcial, fenómeno que ocurre cuando la Luna se interpone entre el Sol y
la Tierra y tapa parte de su disco, y que será visible desde el noreste
de Canadá, Groenlandia, Europa septentrional y norte y este de Asia.
Durante la noche del 12 al 13 de agosto se
producirá el máximo de uno de los eventos astronómicos más esperados de
cada año: la lluvia de estrellas de las Perseidas, también conocido como
las Lágrimas de San Lorenzo. De hecho, esta lluvia de estrellas es una
de las más intensas, y no es extraño que llegue al menos a los 60
meteoros por hora. Este evento se produce cuando la Tierra atraviesa el
campo de restos dejado atrás por el cometa Swift-Tuttle, y las
partículas de polvo entran en la atmósfera a altas velocidades y arden a
causa de la fricción. Las Perseidas se extenderán desde el 17 de julio
al 24 de agosto. Este año, la Luna permitirá disfrutar de un buen
espectáculo, puesto que la Luna llena no llegará hasta el 26 de agosto.
Las estelas aparecerán en cualquier parte del cielo pero radiarán desde
la constelación de Perseo.
Septiembre: el mes de Neptuno
Septiembre será el mes en que Neptuno, el planeta
más alejado de la Tierra, se coloque en oposición y a la mínima
distancia de la superficie terrestre. Será muy brillante en el cielo y
visible durante toda la noche. A pesar de todo, estará tan lejos que
solo será visible como un punto azul en la mayoría de los telescopios.
A la 01.54 UTC del 23 de septiembre llegará el
equinoccio de septiembre. El Sol estará en el plano del ecuador y los
días y las noches tendrán la misma duración. Este día marcará el
comienzo del otoño en el hemisferio norte y la primavera en el sur.
La Luna llena tendrá lugar el 25 de septiembre.
Octubre: Dracónidas y Oriónidas
Después del esplendor de las Perseidas, los
comienzos de octubre solo traerá una lluvia de estrellas poco intensa:
las Dracónidas. Este fenómeno se extenderá del 06 al 10 de octubre y
alcanzará su máximo el 08, con unos 10 meteoros por hora y que será más
fácilmente observable a comienzos del anochecer. Las Dracónidas ocurren
cuando la Tierra atraviesa el campo de restos dejados por el cometa 21P
Giacobini-Zinner. A pesar de su debilidad, este será un gran año para
observar las Dracónidas porque la Luna no «molestará» con su luz a los
observadores. Los meteoros radiarán desde la constelación del Dragón,
pero podrán aparecer en cualquier punto del cielo.
Si las débiles Dracónidas saben a poco, del 02 de
octubre al 07 de noviembre se producirá otra lluvia de estrellas: las
Oriónidas. Esta vez, los restos dejados atrás por el cometa Halley
(también la fuente de las Eta Acuáridas) producirán hasta 20 meteoros
por hora durante la noche del 21 al 22 de octubre. La proximidad con la
Luna llena (que aparecerá el 24 de Octubre), dificultará verlas, pero
afortunadamente las Oriónidas son tan brillantes que aún así podrá verse
un espectáculo interesante.
El 23 de Octubre se producirá la oposición de
Urano y este se colocará a la distancia mínima de la Tierra. El planeta
será más brillante que en cualquier otro momento del año y estará
visible durante toda la noche. Salvo para los telescopios más potentes,
Urano solo será un punto verde-azulado en la distancia.
Noviembre: Táuridas y Leónidas
A lo largo de noviembre se producirá el máximo de
una lluvia de estrellas que se extiende durante varios meses: las
Táuridas. Se trata de un fenómeno poco intenso, con apenas cinco o 10
meteoros por hora durante el máximo, que ocurre entre 05 y el 06 de
noviembre, y que se extiende entre el 7 de septiembre y el 10 de
diciembre. A diferencia de las otras lluvias de estrellas, las Táuridas
atraviesan dos oleadas bien diferenciadas: una primera, que ocurre
cuando la Tierra atraviesa los restos dejados atrás por el asteroide
2004 TG10, y una segunda, que tiene lugar cuando el planeta atraviesa el
polvo dejado por el cometa 2P Encke. La débil Luna facilitará disfrutar
de las Táuridas durante los momentos de mayor actividad, sobre todo a
partir de medianoche. Los meteoros aparecerán en cualquier lugar del
cielo pero radiarán desde la constelación de Tauro.
Entre el 06 y el 30 de noviembre, podrá
disfrutarse también de la lluvia de estrellas de las Leónidas. Se trata
de un fenómeno más intenso que las Táuridas, que alcanzará un máximo de
hasta 15 meteoros por hora del 17 al 18 de noviembre. A diferencia de
las otras, esta lluvia de estrellas se caracteriza porque cada 33 años
alcanza un pico extremo de actividad donde pueden verse centenares de
meteoros por hora. Como el último de estos ocurrió en 2001, aún habrá
que esperar. Las Leónidas son producidas por los restos de polvo del
cometa Swift Tuttle y pueden encontrarse en cualquier punto del cielo,
si bien su radiante está en la constelación de Leo.
La Luna llena ocurrirá el 23 de noviembre.
Diciembre: solsticio y Gemínidas
Entre los días 07 y 17 de diciembre se producirá
la lluvia de estrellas de las Gemínidas, un fenómeno que alcanzará su
máximo entre los días 13 y 14. Para muchos es la mejor lluvia de
estrellas del año, puesto que puede alcanzar hasta 120 meteoros por
hora y porque las estelas se caracterizan por tener colores muy
variados. El fenómeno se produce cuando la Tierra atraviesa el campo de
restos dejados atrás por el cometa 3200 Phaethon. Este año, la Luna
facilitará observarlas. Los meteoros parecerán provenir de la
constelación de Géminis, pero podrán aparecer en cualquier punto del
cielo.
A las 22.23 UTC del 21 de este mes llegará el
solsticio de invierno. El Polo Sur de la Tierra estará inclinado hacia
el Sol y la estrella estará en el plano del Trópico de Capricornio, a
23.44 grados Sur de latitud. Esto marcará el comienzo del invierno en el
hemisferio Norte y del verano en el hemisferio Sur.
Entre el 17 y el 25 de diciembre ocurrirá la
última de las lluvias de estrellas del año: las Úrsidas. Este fenómeno
alcanzará un máximo de cinco a diez meteoros entre el 21 y el 22 de
diciembre, pero no será muy visible, porque la luz de la Luna
dificultará la observación. Esta lluvia de estrellas es producida por el
campo de restos del cometa Tuttle, y se caracteriza por tener su
radiante en la Osa Menor, aunque será visible en cualquier parte del
cielo.
La Luna llena aparecerá el 22 de diciembre.
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