Debe ser confuso para los pobres opositores y más a los que gustan de
votar y expresarse electoralmente, descifrar esta tragicomedia de
mensajes erráticos y contradictorios que salen de los distintos partidos
de la derecha. Hay mil voceros diferentes. Cada uno disparando posturas
disímiles y agrediéndose unos con otros. No tienen ni cohesión ni
unidad. La propia existencia de la MUD parece ahora una obsoleta
estrategia propagandística, de marketing político, cuyo fracaso se debe a
la pugna y agresión filicida de sus propios miembros.
Por un lado, vemos a una activa fauna golpista. Los que se quitaron las máscaras de la candidez y el disimulo y solo apuestan a la salida violenta del gobierno. Juegan al derrocamiento, al golpe de Estado. Esta gente de Voluntad Popular, Primero Justicia y Acción Democrática, no han caído en cuenta de que el camino de la guarimba y la injerencia internacional (invasión, intervención militar, bloqueo económico y financiero, etc.), es un atropello y agresión directa contra el pueblo, lo que terminará volteándoseles de manera tan negativa que solo cosecharán el repudio de la gente. Esta vía es el suicidio político, el ostracismo, porque partido (y político) que no va a elecciones, que le pierde el gusto a la forma y al modelo del suffragium, se convierte en un amorfo esperpento abstencionista, en una secta tóxica, reactiva y apocalíptica, contra natura a todo proceso de consulta popular. Cerca de estas cúpulas fanatizadas y apolitizadas (facciones abstencionistas) las masas no quieren estar. Al pueblo lo guía un poderosísimo e inalienable espíritu democrático.
Por otro lado, están Henry Falcón y compañía. Los que en apariencia han aceptado seguir por el camino democrático y medirse en buena lid frente al pueblo, frente a las urnas electorales. Pero alerta. Absolutamente todos los expertos, politólogos, astrólogos, médicos brujos y todos los que conocen de cerca al personaje en cuestión, aseguran que su carácter blandengue y pusilánime no le permitirá resistir dos regaños y manoteos por parte del encargado de negocios de la embajada gringa. Por lo que estiman que a la primera excusa que se presente, Falcón renunciará raudo y veloz, con cara de indignado, dolido y muchas lágrimas en los ojos. Él ya habrá logrado su principal objetivo, que es ganarse un mayor estatus entre la cúpula opositora (dejar de ser ninguneado por el G4), que lo traten con respeto y altura (que su silla sea más grande) en los cónclaves de la maltrecha MUD.
En todo caso es interesante analizar un aspecto que ha llamado la atención y lo diferencia radicalmente del resto de los opositores. Todos, absolutamente todos, han basado siempre sus campañas electorales en torno a vilipendiar al Chavismo. Nunca un opositor en campaña ha presentado un plan de gobierno creíble (más de dos páginas bien engrapadas), con ideas mínimamente claras de cómo van a gobernar al país. Todos han apostado al mutismo, el culipandeo y la distracción. Falcón ha empezado a mostrar públicamente algunas líneas de su "posible" plan de gobierno. Aunque todos sabemos que nuestra burguesía se decantará por imponer el neoliberalismo rapiñero e inescrupuloso muy al estilo Macri, a lo Temer, a lo Mariano Rajoy, incluyendo su trama de corruptelas y raterías como la Caja B (financiamiento ilegal a gran escala) de su putrefacto Partido Popular. Dios nos libre de este tipo de desgracia.
Pues bien, entre las primeras perlas que ha soltado el candidato Falcón y su comando de campaña (Francisco Rodríguez dixit) están la propuesta, nada original, de entregar masivamente una "tarjeta solidaria", para todos los venezolanos, pero con saldos en dólares americanos ("cada adulto 25 dólares y cada niño recibirá 10 dólares, dinero de verdad para que pueda hacer sus gastos de verdad"). Es decir, se han copiado vilmente la iniciativa del Gobierno Bolivariano de entregar millones de Tarjetas de Hogares de la Patria y el Carnet de la Patria (veQR), pero poniéndole el piquete de su pago en dólares, los cuales no se han tomado aún la molestia en producir y mucho menos explicar cómo van a desarrollar este evidente plan (poco disimulado) de dolarización de la economía.
Entendemos entonces que el "avezado" asesor Rodríguez pedirá al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional, a los Fondos Buitres de Wall Street y a las bóvedas ardientes del mismísimo Satanás Bank sendos empréstitos en dólares a cuenta de nuestras reservas naturales y del lomito resultante de las privatizaciones de todas las empresas del Estado. Él está más que claro que requiere incorporar a la economía un ingente caudal de dólares, lo suficiente para saciar la avaricia de la parasitaria oligarquía criolla. Vienen con sed de venganza para restaurar sus privilegios de depredadores exclusivos de la renta nacional (Langostas VIP).
Así son las contradicciones y afanes de la maltrecha derecha. Por eso sus asesores internacionales siempre les recomiendan que cierren el pico y nunca hablen de sus planes de gobierno, de propuestas concretas o de soluciones a los problemas más urgentes de la población. Estos neoliberales no entienden que los pueblos del mundo ya los reconocen como sus enemigos de clase, como la plaga que esquilma las riquezas de los pueblos.
Por un lado, vemos a una activa fauna golpista. Los que se quitaron las máscaras de la candidez y el disimulo y solo apuestan a la salida violenta del gobierno. Juegan al derrocamiento, al golpe de Estado. Esta gente de Voluntad Popular, Primero Justicia y Acción Democrática, no han caído en cuenta de que el camino de la guarimba y la injerencia internacional (invasión, intervención militar, bloqueo económico y financiero, etc.), es un atropello y agresión directa contra el pueblo, lo que terminará volteándoseles de manera tan negativa que solo cosecharán el repudio de la gente. Esta vía es el suicidio político, el ostracismo, porque partido (y político) que no va a elecciones, que le pierde el gusto a la forma y al modelo del suffragium, se convierte en un amorfo esperpento abstencionista, en una secta tóxica, reactiva y apocalíptica, contra natura a todo proceso de consulta popular. Cerca de estas cúpulas fanatizadas y apolitizadas (facciones abstencionistas) las masas no quieren estar. Al pueblo lo guía un poderosísimo e inalienable espíritu democrático.
Por otro lado, están Henry Falcón y compañía. Los que en apariencia han aceptado seguir por el camino democrático y medirse en buena lid frente al pueblo, frente a las urnas electorales. Pero alerta. Absolutamente todos los expertos, politólogos, astrólogos, médicos brujos y todos los que conocen de cerca al personaje en cuestión, aseguran que su carácter blandengue y pusilánime no le permitirá resistir dos regaños y manoteos por parte del encargado de negocios de la embajada gringa. Por lo que estiman que a la primera excusa que se presente, Falcón renunciará raudo y veloz, con cara de indignado, dolido y muchas lágrimas en los ojos. Él ya habrá logrado su principal objetivo, que es ganarse un mayor estatus entre la cúpula opositora (dejar de ser ninguneado por el G4), que lo traten con respeto y altura (que su silla sea más grande) en los cónclaves de la maltrecha MUD.
En todo caso es interesante analizar un aspecto que ha llamado la atención y lo diferencia radicalmente del resto de los opositores. Todos, absolutamente todos, han basado siempre sus campañas electorales en torno a vilipendiar al Chavismo. Nunca un opositor en campaña ha presentado un plan de gobierno creíble (más de dos páginas bien engrapadas), con ideas mínimamente claras de cómo van a gobernar al país. Todos han apostado al mutismo, el culipandeo y la distracción. Falcón ha empezado a mostrar públicamente algunas líneas de su "posible" plan de gobierno. Aunque todos sabemos que nuestra burguesía se decantará por imponer el neoliberalismo rapiñero e inescrupuloso muy al estilo Macri, a lo Temer, a lo Mariano Rajoy, incluyendo su trama de corruptelas y raterías como la Caja B (financiamiento ilegal a gran escala) de su putrefacto Partido Popular. Dios nos libre de este tipo de desgracia.
Pues bien, entre las primeras perlas que ha soltado el candidato Falcón y su comando de campaña (Francisco Rodríguez dixit) están la propuesta, nada original, de entregar masivamente una "tarjeta solidaria", para todos los venezolanos, pero con saldos en dólares americanos ("cada adulto 25 dólares y cada niño recibirá 10 dólares, dinero de verdad para que pueda hacer sus gastos de verdad"). Es decir, se han copiado vilmente la iniciativa del Gobierno Bolivariano de entregar millones de Tarjetas de Hogares de la Patria y el Carnet de la Patria (veQR), pero poniéndole el piquete de su pago en dólares, los cuales no se han tomado aún la molestia en producir y mucho menos explicar cómo van a desarrollar este evidente plan (poco disimulado) de dolarización de la economía.
Entendemos entonces que el "avezado" asesor Rodríguez pedirá al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional, a los Fondos Buitres de Wall Street y a las bóvedas ardientes del mismísimo Satanás Bank sendos empréstitos en dólares a cuenta de nuestras reservas naturales y del lomito resultante de las privatizaciones de todas las empresas del Estado. Él está más que claro que requiere incorporar a la economía un ingente caudal de dólares, lo suficiente para saciar la avaricia de la parasitaria oligarquía criolla. Vienen con sed de venganza para restaurar sus privilegios de depredadores exclusivos de la renta nacional (Langostas VIP).
Así son las contradicciones y afanes de la maltrecha derecha. Por eso sus asesores internacionales siempre les recomiendan que cierren el pico y nunca hablen de sus planes de gobierno, de propuestas concretas o de soluciones a los problemas más urgentes de la población. Estos neoliberales no entienden que los pueblos del mundo ya los reconocen como sus enemigos de clase, como la plaga que esquilma las riquezas de los pueblos.
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