La campaña de la agencia de noticias española EFE en contra de Venezuela se topó el viernes con Vladimir Putin. El presidente ruso, contrariamente a otros mandatarios descuidados, evitó caer en el juego de EFE, cuyos corresponsales en todo el mundo se han dado a la tarea de preguntar sistemáticamente y de manera tendenciosa por la situación de los derechos humanos en Venezuela, específicamente sobre la suerte de opositores enjuiciados por delito de instigación a la violencia y que provocaron la muerte de 43 personas en 2014, dato este último que la agencia obvia deliberadamente.
EFE es uno de los principales factores de la campaña de los medios españoles, que desde que el partido Podemos se ha convertido en una opción política en ese país, han atacado a Venezuela con la intención de desprestigiar frente a los españoles una referencia de izquierda de cara al bipartidismo de derechas del PSOE y el PP.
En la triste tarea a la agencia estatal española la acompañan principalmente los diarios El País, El Mundo y ABC, cada cual en su estilo. ABC, el de menor pudor por su carácter fascista, recién ha publicado una nota sobre un video que mostraba un altercado entre dos hombres en un supermercado haciendo ver que se trataba de una lucha por obtener comida en el país, donde viven 30 millones de habitantes que comen tres veces al día en paz. Por ahí van los medios españoles.
El caso de EFE resulta particular por tratarse de la agencia oficial española al servicio del gobierno de Mariano Rajoy, en tanto el Estado es su mayor accionista. Y por ser un servicio bastante extendido en los medios privados en Latinoamérica, su influencia como arma política tiene efecto en la guerra mediática.
El presidente Nicolás Maduro ha denunciado a la agencia ante el mundo en varias oportunidades por sus informaciones manipuladas, recientemente, en un caso sobre la invención de un autogolpe del Presidente y sobre darle crédito a venezolanos que desde Miami pretenden afectar el sistema cambiario venezolano.
En cambio Mariano Rajoy, bendecido por la agencia, no ha mostrado queja alguna contra EFE, ni siquiera cuando por un supuesto error la agencia publicó el año pasado un tuit con la etiqueta #RajoyMariquita, a la que este constetó: “@EFENoticias gracias por la aclaración y disculpa; olvidemos esta anécdota que no representa la profesionalidad ejemplar de vuestra agencia”.
La actual campaña contra Venezuela consiste en alimentar una falacia, la de que en Venezuela se violan los derechos humanos, por la vía de hacer declarar a personalidades en todo el mundo sobre el tema en el entendido de que hay una preocupación extendida sobre ello. Una vez consultada la personalidad, EFE envía un despacho informativo haciendo ver que hay una personalidad pública internacional, o mejor aún un mandatario, que se suma a la creciente preocupación, aunque este solo se haya pronunciado por su interés general de que se respeten los DDHH, como lo haría cualquier persona. A eso fue lo que precisamente Vladimir Putin no se prestó.
El corresponsal solo pudo reportar tras su fracaso: No quiso pronunciarse de manera directa sobre el conflicto de Venezuela y las gestiones a favor de los presos políticos en aquella nación. A este respecto, insistió en que la política de Moscú ha sido siempre la de respetar las decisiones internas de otras naciones, y rehuyó un pronunciamiento claro al respecto”.
No funcionó el truco como en otros casos. El más emblemático sucedió el pasado 11 de junio. EFE lanzó al mundo una noticia (http://goo.gl/ssd1cl) titulada así: Peña Nieto pide “respeto a los derechos humanos” en Venezuela. Y el texto expresa de entrada lo siguiente: El presidente de México, Enrique Peña Nieto, se mostró hoy partidario de que haya “respeto a los derechos humanos en Venezuela” en una entrevista con EFE en la que confesó tener una relación “muy institucional” aunque “bastante cordial” con su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro. Más adelante se agrega: “Los esfuerzos porque en este país al que respetamos haya pleno respeto al estado de derecho, a la democracia, siempre serán sin duda bien vistos”, indicó al respecto el presidente mexicano. No obstante, también dejó claro que su país actúa “en congruencia con lo que mandata” su Constitución “de absoluto respeto a la libre determinación de las naciones”.
La pieza de EFE, y su campaña, son claras en su objetivo de manipular. Peña Nieto no pidió nada a Venezuela. El presidente mexicano dice una formalidad, que todos los esfuerzos por que se respeten los DDHH son bien vistos, natural en cualquier ser humano en sociedad. El descuido del presidente mexicano permitió en esa ocasión lo que ahora no se pudo en Moscú.
Dice un proverbio ruso: Nada es bello excepto la verdad.
(Ciudad CCS)
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