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Economía de la cerveza: abundante y nunca escaso meo de Polar

Nunca falta. Ningún viernes se ha visto desprovisto del meo rentístico rutinario. ¿Medicación para pacientes con estrés post-traumático luego de días de cola en el Farmatodo o sostén moral del "empresario responsable que sí invierte en el país"?

Capitalismo del desastre

Uno de los elementos fundamentales de la estrategia de desastre que llevan a cabo los sectores fachoempresariales tiene que ver con la caotización efectiva del ya anárquico proceso económico venezolano.
La táctica empieza con la movida bachaquera de cuello (y rostro) blanco y termina en el buhonero salvador en cualquier esquina capitalina. La ficción de escasez (y el "fracaso del modelo económico chavista" en términos políticos generales) prende sus motores en los espacios propietarios diseñados por la renta para pedir y exigir los petrodólares (Fedecámaras y demás organismos) que salven su improductiva actividad económica. La resultante de este proceso caotizante es la anarquía callejera buhoneril.
Ahí encuentra asidero la macroproducción importadora, el saqueo por la vía rápida, la protección de la ganancia mayorista, el descontrol, la salvación con sobreprecio, la especulación aguas abajo que desborda el frágil vaso de la cordura petrolera. Caos sistemático que nutre la cosmética "crisis económica" que vive en Venezuela.

No hay desastre sin atmósfera

El componente psicológico en el contexto político actual es imposible dejarlo pasar. La gestación mediática de la contra en pro de la crispación, el nerviosismo y la angustia generalizada desempeñan una importante labor extractiva de la calma y el sosiego: aspectos anímicos y emocionales que nos son favorables para construir con tranquilidad la otra política, esa donde la conversa y la cayapa profundicen su papel en la consolidación de la revolución bolivariana.
La atmósfera juega un papel decisivo. La proliferación continua y exacerbada de mensajes (sean tuits "ingenuos" o fotografías falsas mostrando coñizas por una paca de harina Pan) relacionados con la crisis, el caos, la anarquía y la debacle económica empujan a las audiencias hacia el abismo del desespero.
Traficar con la preocupación primero y generar una estructura delictiva para exprimir por los canales irregulares del comercio ad hoc las reivindicaciones socioeconómicas del Gobierno. Ahí es donde el meo de Polar espumea su dato catalizador y cultural en pleno contexto de guerra económica.

Dosis alcohólica para liberar tensiones

La abundante ingesta de cerveza socorre a las víctimas de la "crisis económica" en el trajín diario que representa la épica traumática de las colas.
La permanente tensión y el caos atmosférico reposiciona el papel de la "birra", le da un nuevo significado coyuntural, se adapta con impresionante facilidad a la nueva maquinaria psicológica del desastre capitalista: es la intoxicación que a su vez se transforma en tabla para surfear las olas emotivas que impone falsimedia.
La oxigenación y el drenaje en el marco del "país deprimido" a instalar, abandona la componenda económica y sobrecarga el cerebro-audiencia de miedos y temores, situados siempre en la esfera reproductiva del rentismo. Lo que se conoce como depresión económica se subsana con bastante alcohol, el sagrado producto que nunca escasea.

Bájale dos, tómate una

Y así se van calmando (momentáneamente) los ánimos, la zozobra y el nerviosismo. Se relaja la tensión y la histeria mediática haciendo surfeable (en el instante de la ingesta) la cola del día siguiente, el calorón en el autobús, el aumento de la canilla en la panadería del portugués, el acaparamiento del papel tualé y el champú, el altísimo costo del fruti lupis, la falta de repuestos automotrices y la "desbordada inseguridad".
La sobreproducción y el consumo masivo de cerveza desempeña y protagoniza el melodrama cotidiano que sortea, entre risas-quejas-pataletas, las matrices atmosféricas (en diluvio permanente) del poder mediático escuálido.
Es el subibaja que oxigena la angustia; la contiene, la desarrolla y se sirve de las nuevas tecnologías de la información para propiciar el descontento con cervecita en mano. El gran consumo per cápita de teléfonos inteligentes es reflejo de la "crisis económica" que hemos venido comentando.

Orine importado

Para producir cerveza son necesarios dos insumos básicos: el lúpulo y la cebada. Ninguno de los dos se producen en el país.
Las superficies cultivables con mayor desarrollo se encuentran en Gringolandia y Alemania. En los segundos el producto casi tiene la misma función social que el agua. La importación proviene en casi su totalidad de sus amigos del norte. Los mismos que instalaron acá, con el permiso de la familia Mendoza Fleury, la PepsiCola, los molinos para moler el trigo y la harina y cuanta otra fábrica usted observe vía Valencia. Los alemanes, franceses y ucranianos son los que llevan el carro en la exportación de cebada, insumo sustancial para la fabricación del licor dorado.
En la última adjudicación de divisas por parte del Cencoex, Cervecería Polar recibió la astronómica cifra de 97.313.148,28 dólares para realizar las importaciones necesarias para inundar de meo transnacional a la histérica sociedad venezolana.
Recibe mucho más que Alimentos Polar, que rescató por otro lado 74.833.125,09 dólares. Por su parte, la otra filial gringovenezolana también agarró lo suyo, pero mucho menos que la cifra cervecera. Un total de 59,037.632,45 verdes.
En el mismo período de adjudicación Laboratorios Leti, responsable de la producción de medicamentos para el consumo masivo además de los genéricos, recibió la cifra de 64.414.559,56 dólares.
Si estás empresas (Cervecería Polar y Laboratorios Leti) recibieron más o menos la misma cantidad de dinero, ¿por qué el acaparamiento de medicamentos se hace presente y la cerveza se saca de forma regular y abundante? ¿Por qué se dice, por prensa, radio y televisión, que hay fallas en la adquisición de divisas para producir los medicamentos si en cada esquina hay cerveza por montones?
El matorral superestructural conspirador/acaparador/importador saquea y acapara lo que le interesa, lo que es cónsono con la matriz caótica a seguir fortaleciendo. El sostén moral de la cerveza le limpia la cara con espuma a la Polar y erige, en cada sorbo, la salvación del meo cotidiano.
http://misionverdad.com/

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