En estos días de cálido debate público, propiciados por el Capítulo Comunicación del Congreso de la Patria, en el marco del Día Nacional del Periodista, Tatuy Tv ve oportuno y necesario estrenar la entrevista que recientemente le hicimos a la compañera abogada y estudiosa de la comunicación política, María Alejandra Díaz, en una de sus visitas a Mérida.
María Alejandra (quien es además conductora del programa en VTV "Las Leyes del Pueblo") parte del reconocimiento de la existencia de una crisis, a la que caracteriza como "una crisis cultural, una crisis de valores, de principios, una crisis ética, que afecta a toda la sociedad venezolana".
A partir de este dramático diagnóstico, Díaz diserta sobre las aristas de esta crisis que hoy resiente a la sociedad venezolana, que luce maltratada frente a un capitalismo que además "se está reinventando porque su discurso se desgastó", y frente a esto "nos hemos atrincherado en el discurso oficial y nuestro discurso tiene que volver a hacer irreverente".
Díaz recuerda que "en algún momento logramos hacer hegemónico el discurso que tiene que ver con la solidaridad, con el amor al prójimo, con el humanismo y que todavía, a pesar de la crisis de valores, está en el imaginario colectivo, y ese es el discurso chavista que hay que recuperar, reinventar, remoralizar para recuperar la esperanza que ha sido afectada", pero para recuperar la credibilidad perdida de amplios sectores populares, "el discurso [de la dirigencia] tiene que estar acompañado de hechos; se predica con el ejemplo", que es la mejor elocuencia tal como lo reseñara el Comandante Fidel Castro en una famosa carta que le escribiera a su hermana Lidia.
Igualmente plantea central la agenda comunicacional en temas que nos incluyan a todos, que incorporen problemáticas comunes, utilizando herramientas de la comunicación política que superen el panfletarismo y que logre reposicionar el discurso chavista manteniendo los principios del proyecto histórico que le caracterizan.
"¿Por qué nos hemos dejado arrebatar la bandera de la lucha contra la corrupción?", María Alejandra es incisiva y reiterativa con el tema, partiendo del hecho que hay más de 3.000 condenas relacionadas con la corrupción en los últimos tres años, y no han recibido el tratamiento comunicacional acertado.
María Alejandra (quien es además conductora del programa en VTV "Las Leyes del Pueblo") parte del reconocimiento de la existencia de una crisis, a la que caracteriza como "una crisis cultural, una crisis de valores, de principios, una crisis ética, que afecta a toda la sociedad venezolana".
A partir de este dramático diagnóstico, Díaz diserta sobre las aristas de esta crisis que hoy resiente a la sociedad venezolana, que luce maltratada frente a un capitalismo que además "se está reinventando porque su discurso se desgastó", y frente a esto "nos hemos atrincherado en el discurso oficial y nuestro discurso tiene que volver a hacer irreverente".
Díaz recuerda que "en algún momento logramos hacer hegemónico el discurso que tiene que ver con la solidaridad, con el amor al prójimo, con el humanismo y que todavía, a pesar de la crisis de valores, está en el imaginario colectivo, y ese es el discurso chavista que hay que recuperar, reinventar, remoralizar para recuperar la esperanza que ha sido afectada", pero para recuperar la credibilidad perdida de amplios sectores populares, "el discurso [de la dirigencia] tiene que estar acompañado de hechos; se predica con el ejemplo", que es la mejor elocuencia tal como lo reseñara el Comandante Fidel Castro en una famosa carta que le escribiera a su hermana Lidia.
Igualmente plantea central la agenda comunicacional en temas que nos incluyan a todos, que incorporen problemáticas comunes, utilizando herramientas de la comunicación política que superen el panfletarismo y que logre reposicionar el discurso chavista manteniendo los principios del proyecto histórico que le caracterizan.
"¿Por qué nos hemos dejado arrebatar la bandera de la lucha contra la corrupción?", María Alejandra es incisiva y reiterativa con el tema, partiendo del hecho que hay más de 3.000 condenas relacionadas con la corrupción en los últimos tres años, y no han recibido el tratamiento comunicacional acertado.
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