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El terror se revierte contra sus creadores


El terror es una política que en principio sirve para doblegar, intimidar a los adversarios, pero a la larga se puede revertir, y entonces alcanza y destruye a sus propios creadores.
Uno de los ejemplos patéticos y claros de este oscuro devenir para los políticos que utilizan el terror, lo representan los acontecimientos y desarrollo de la Revolución Francesa.
En 1793, es decir, a cuatro años del 14 de julio de 1789, cuando se produjo la magna obra que inició la destrucción de la monarquía y el feudalismo, y se tomó la Bastilla como símbolo del derrocamiento del viejo poder, se crearon los principios de los derechos del hombre, para darle paso a los conceptos ideales de libertad, igualdad y fraternidad, postulados sublimes que formaron las bases esenciales de la Revolución Francesa para darle paso al dominio de la burguesía, surgió un corto, pero letal período de terror político.
En verdad, los acontecimientos de 1789, dieron paso al surgimiento y dominio del sistema burgués que debió echar las profundas raíces del capitalismo. Hubo mucha libertad por pocos años en la Francia revolucionaria, pero muy poca igualdad y menos fraternidad.
Todavía los pueblos siguen soñando con la igualdad y la fraternidad, y a medias viven la libertad, aunque en algunos países esta aún parece una utopía.
Con la Revolución Francesa se implantó el sistema burgués porque fue la clase social que en realidad tomó el poder y apuntaló el sistema de vida capitalista, que luego se desarrollara con otra gran revolución, que se conoce como la industrial.
Todos estos principios y hechos no solo sacudieron a Francia, sino que por varios años también los sintió toda Europa.
Pero hablemos del terror que se aplicó en Francia, desde septiembre de 1793 hasta la primavera de 1794. para defender la República y sostener la revolución en medio de las luchas interminables por el poder de las diferentes facciones que llegaron a la Asamblea, girondinos, montañeses y los grupos que se disputaban la Asamblea o las asambleas de la secciones de París, en medio de las amenazas de invasión por las monarquías de Europa, para restaurar la francesa. Dos tipos de organización entraron en función y en ellas se encubó, en poco tiempo, la práctica del terror como acción política. El Comité de Salvación Pública y la Comisión de Seguridad General, que la Convención Nacional puso en pleno funcionamiento y cayeron en manos de los políticos que impusieron el terror. Poco después, también los condenó a ellos a la guillotina. En esas luchas cayeron las cabezas de Danton, Robespierre, Camille Desmoulins, asesinan al periodista Jean-Marie Collot d’Herbois y al revolucionario Jacques Nicolas Billaud-Varenne, y a tantas otras figuras.
Según las estadísticas conocidas en el período del terror se produjeron 17.000 condenas capitales, es decir, a la guillotina, dictadas por el tribunal revolucionario y 35 a 40 mil muertos en las luchas fratricidas durante el llamado terror rojo, especialmente en las ciudades de París, Lyon y Marsella, donde jugaron un rol importante los llamados sans-culottes.
Todo ese baño de sangre se produce por la aspiración de establecer un gobierno que debe ser “fuerte, sólido y estable”. Esto lo aplica en 1793 la Asamblea nacional, que no hallaba cómo estabilizar el gobierno.
Pero en nuestro caso nos interesa es señalar que después vino el terror blanco, en 1815, impuesto por la burguesía, los capitalistas y restos de la monarquía que retornan al poder a la caída de Napoleón. Si bien los revolucionarios provocaron un baño de sangre, la reacción restauradora, con el retorno del rey Luis XVIII, a miles de sospechosos o con nexos con los gobiernos de la revolución o del propio Napoleón, son perseguidos, detenidos y ajusticiados.
La guillotina, terror en la Revolución Francesa / ARCHIVO
Recordamos esa historia para insistir en que el terror no es el camino para el desarrollo de la política.
En Venezuela no lograrán que la Revolución Bolivariana tenga que acudir al expediente del terror en ningún momento, porque por principios reconoce las bondades y posibilidades que da la paz, para el desarrollo del proyecto político que viene defendiendo y aplicando, de justicia social, soberanía y búsqueda de la mayor felicidad posible del pueblo en libertad, como lo dijera el Libertador Simón Bolívar.
Hemos señalado el terror blanco porque aunque parezca extraño resulta que la oposición venezolana, agrupada en la MUD, sin retornar al poder, alejada del sentir popular, está dedicada a sembrar el terror, miedo, zozobra y muerte contra el pueblo y practica la persecución despiadada contra el chavismo. Eso nos conduce a preguntar, ¿Cuán criminal sería la actuación en la aplicación del terror de esta derecha si por alguna circunstancia retornara al poder?
El terror blanco, aplicado en Francia, posiblemente se quedaría pálido en Venezuela por las señales de odio, violencia, discriminación que muestran los opositores, no solo al gobierno de Nicolás Maduro, sino que debemos tener claro, van más allá, es la Revolución Bolivariana.
VEA / JESÚS MORENO

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