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Javier Biardeau: “Si las voces no son escuchadas, la lealtad se debilita” Por: Correo del Orinoco

Javier Biardeau, profesor de la Escuela de Sociología de la Universidad Central de Venezuela, participó como jurado en la primera edición del premio nacional de ciencias sociales Orlando Fals Borda, otorgado por el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos. El reconocimiento recayó en el profesor Jeús Puerta, de la Universidad de Carabobo. En conversación con el Correo del Orinoco, Biardeau insiste en las reflexiones que ya asoma en su cuenta en Twitter, @jbiardeau, sobre la crítica al poder desde la izquierda.

-¿Por qué un premio en ciencias sociales para el Celarg?
-Porque es un área de extremada importancia dentro de las actividades del Celarg, que está debilitada y se está reforzando con las ciencias sociales,y con talleres de creación en ciencias sociales. Y en el caso del premio Fals Borda, porque es un homenaje completamente merecido para una persona que es uno de los 10 principales científicos sociales latinoamericanos del siglo XX.
-¿Qué esperan con la entrega de este primer premio? ¿Que haya un resurgimiento de la investigación en el área de ciencias sociales?
-Yo creo que ese es el objetivo: impulsar la mayor motivación posible. De hecho, hubo una reñida disputa por el primer premio y hubo muchos trabajos meritorios dentro de los 16 trabajos; al menos cuatro de esos trabajos merecían todos tener una posición relevante y en consenso se decidió por el mejor de esos cuatro, que fue el del profesor Jesús Puertas.
-¿Cuáles fueron las temáticas abordadas en los trabajos que concursaron?
-Las cuatro temáticas principales fueron historia latinoamericana, pensamiento latinoamericano, trabajos de campo vinculados con la ciencia y al conocimiento y un tema más o menos abordado, porque no estaba dentro de las bases de las áreas prioritarias del Celarg, que fue la violencia juvenil en Caracas; y el tema de los medios de comunicación que no formaban parte de la línea de investigación prioritaria del Celarg pero apareció la temática, y me imagino que eso será evaluado para ampliar las líneas de investigación.
-¿Por qué es pertinente discutir sobre investigación en ciencias sociales en este momento en Venezuela, en América Latina?
-En el caso venezolano porque cada vez nos damos cuenta, en la vida política, de que sin reflexión teórica y sin investigación la política se puede convertir en una política ciega. Entonces, hacer, valorizar la investigación, valorizar la reflexión es un elemento fundamental, sobre todo cuando tienes situaciones de controversia política en las cuales tienes que tomar decisiones con opiniones calificadas. Entonces, la mejor opinión calificada es una investigación rigurosa.

DISPUTAS

-¿Hay un buen escenario en este momento en el país como para esas críticas?
-Lo importante, creo yo, es potenciar los espacios que existen para que el pensamiento crítico se desarrolle en toda su plenitud, en todas sus corrientes con la mayor pluralidad posible, la diversidad; que se fecunde el pensamiento crítico. Defender los espacios que existen, ampliarlos y luchar contra las cerraduras a cualquier forma de pensamiento crítico, de desarrollo de la investigación en ciencias sociales, en ciencias también naturales, en ciencias formales. Yo creo que hay un campo intelectual en Venezuela que no se ha expresado adecuadamente aún en los espacios de opinión pública, que poco a poco va a conquistar espacios de opinión.
-¿Qué sería un pensamiento crítico en este momento en Venezuela?
-El pensamiento crítico es aquel pensamiento que desafía al poder. Se habla de crítica cuando tu desafías la censura, desafías represiones, desafías inhibiciones de opinión; cuando desafías que haya un consenso unánime. Recordemos un poco cual era la crítica fundamental del propio presidente Chávez a principio de su gobierno: era la lucha contra el pensamiento único. Entonces el pensamiento crítico es la lucha contra el pensamiento único de cualquier lugar de donde venga y con cualquier estilo de donde venga. Yo creo que es eso: tener posibilidad de crear alternativas a los cursos de acción existentes y defender que tiene que haber, antes de una decisión, una controversia calificada, una deliberación para tomar cursos de acción adecuados.
-Detractores del proceso venezolano, del proceso bolivariano dicen que pregona un pensamiento único. ¿Usted lo refutaría o lo afirmaría?
-No, yo creo que no, que hay pensamientos en disputa, y eso es lo interesante. Incluso dentro del proceso hay pensamientos en disputa. Claro, el peso específico que tiene cada uno por controlar espacios, recursos de poder, es muy desigual, pero la opinión pública siempre va delimitando cuáles serían las líneas de pensamiento, que aunque no estén representadas en términos de control de recursos de poder, tienen más capacidad de sensibilizarse con las demandas y aspiraciones de la gente de la calle.
-En esa disputa ¿quién lleva las de ganar?
-Yo creo que el que calibre mejor su relación con las demandas y aspiraciones del pueblo en la calle. Sin duda, por más que tu pienses que tienes el monopolio de la verdad porque controlas recursos de poder pero no te has sensibilizado con las demandas y aspiraciones de la gente de calle, va a llegar un momento en que lo que llaman algunos la relación entre voz, lealtad y salida… Si las voces no son escuchadas, la lealtad se debilita y entonces hay una salida distinta. Se construyen alternativas distintas a los principios de lealtad dominantes en un momento histórico.

CALLAR Y ESCUCHAR

-¿Cómo escuchar esas voces a las que usted hace referencia?
-Callándose un poco, callándose un poco, dejando hablar. Un tema básico de la filosofía contemporánea es la escucha. Si nosotros no aprendemos a escuchar no podemos aprender a discernir correctamente cuáles son las alternativas que pudiesen llevar a soluciones.
-¿A quién le recomendaría escuchar, o a quienes?
-A los que toman decisiones en todos los espacios económicos, políticos, culturales, institucionales; todos los que toman decisiones, si no escuchan, entonces están perdiendo, están transformando lo que sería la autóritas, el prestigio, en un estilo autoritario del ejercicio de las altas responsabilidades que ocupan.

EL PALPITAR DE LOS SECTORES POPULARES

Con el seudónimo Dionisos Selenita, el profesor Jesús Puerta se hizo acreedor al premio Orlando Fals Borda con su trabajo:
Interpretar el horizonte. El sentido ético y político de la militancia.
-Es un trabajo sobre la militancia política ¿qué elementos considera que son importantes además en este contexto venezolano y latinoamericano?
-Ese es un trabajo que tiene un fuerte sentido autobiográfico. A pesar de que cuando leamos el libro vamos a ver allí una reflexión aparentemente teórica, de diálogo filosófico, teórico, histórico, allí hay una incorporación de la vida, lo que él llama “las razones vitales del propio Jesús Puerta”, en su implicación con el proyecto de izquierda en Venezuela y particularmente con su defensa y en la Revolución Bolivariana. Porque debemos decir que Jesús Puerta es un militante de la Revolución Bolivariana, y ha tenido una postura crítica siempre. No está dentro de los cargos de poder, efectivamente, pero ha hecho una reflexión sobre lo que ha sido su experiencia en el contexto del propio proceso bolivariano.
-¿Qué cosas se ponen en cuestión sobre la militancia política?
-Fundamentalmente la carencia de profundidad en el pensamiento, y esa sería una arista que plantea Jesús Puerta: tratar de reforzar la reflexión, pero hay otra arista que es tratar de entronizarse siempre en el mundo de vida popular; o sea, poner el oído en el palpitar de la voz del pueblo, de los sectores populares y escuchar allí donde están los latidos de la resistencia y las posibilidades de emancipación. Puerta trata justamente de resolver su propia tensión existencial en ese dilema entre la reflexión teórica, la circunstancia política y lo que él entiende que es el palpitar de los sectores populares en el país.

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