El avestruz, Struthio Camelus, es el ave más grande y pesada del mundo. Es originaria de África. No vuela, pero es tremenda corredora. Puede alcanzar hasta los 60 Km/h, por lo que ante la presencia de peligro escapa a grandes velocidades. Pero también se defiende y ataca con sus largas patas y su tremendo pico.
A pesar de estas características físicas, existe la creencia generalizada de que el avestruz en presencia de un peligro esconde la cabeza bajo el suelo. Esto no es más que un mito, creado por el hombre, seguramente al observar la reacción que activa el avestruz al detectar un peligro o un depredador. Ellos se agachan y bajan su alto cuello para evitar ser localizados. Colocan la cabeza pegada a la tierra reduciendo su altura, para confundirse entre la maleza o los arbustos.
A veces el mito es más fuerte que la realidad, por eso siempre que vemos a alguien dubitativo, incompetente, anodino, falso y traicionero, que no asume su responsabilidad, le decimos que está escondiendo la cabeza como el avestruz.
Ocariz es exactamente así, como el mito del avestruz. En sus 6 años como alcalde nadie lo ha visto asumir la responsabilidad por absolutamente nada. Por el contrario, ante cualquier situación siempre se escuda, se oculta, se esconde. Hace malabares para proyectar en otros sus responsabilidades y competencias. Siempre baja la cabeza y “pasa olímpicamente” cuando las comunidades le exigen que los atienda o que resuelva sus problemas. El descaro es total y vergonzoso. Ocariz no termina de entender que esto no es una opción, sus tareas no dependen de sus gustos o intereses. Sus competencias no pueden ser ejecutadas dependiendo de su estado de ánimo o sus gustos personales. Sus competencias son de obligatoria ejecución y están claramente señaladas y delimitadas, porque son competencias constitucionales, son de obligatorio cumplimiento. Veamos, una vez más, lo que dice el artículo 178 de la Constitución: “Son de la competencia del Municipio el gobierno y administración de sus intereses y la gestión de las materias que le asigne esta Constitución y las leyes nacionales, en cuanto concierne a la vida local, en especial la ordenación y promoción del desarrollo económico y social, la dotación y prestación de los servicios públicos domiciliarios…”, destacando las siguientes áreas: Ordenación territorial y urbanística; vivienda de interés social; parques y jardines, plazas; vialidad urbana; aseo urbano y domiciliario, comprendidos los servicios de limpieza, de recolección y tratamiento de residuos; salubridad y atención primaria en salud; servicio de agua potable; alcantarillado, canalización y disposición de aguas servidas; prevención y protección vecinal y servicios de policía municipal.
Como es público y notorio, a nivel nacional e internacional (pregúntenle a los de City Mayors, los más que arrepentidos), el Municipio Sucre es reconocido como el mayor chiquero del país. No hay forma de que la lloradera de Ocariz o el ocultamiento mediático de la derecha, pueda esconder las montañas de basura y los putrefactos olores.
El desastre de Ocariz es de tal magnitud que el Tribunal Supremo de Justicia ha tenido que obligarlo a hacer su trabajo, le ha ordenado recoger la basura. Lo ha conminado a cumplir con su obligación constitucional. De seguro presentará algún fantasioso subterfugio legal, pero ningún aporte para solucionar el problema. Es algo patológico en él, este cantinflérico alcalde se ha escondido, como el mito del avestruz, durante seis larguísimos años, balbuceando excusa tras excusa, sin poder solucionar la fetidez que ya arropa y caracteriza a su gestión. Este nefasto alcalde no acaba de aterrizar en el municipio, no cayó de improvisto hace unos días, por el contrario, es su “eficiente” gestión de seis años, la que nos tiene sumidos en este desastre ambiental.
Tener un sistema eficiente de recolección del aseo urbano no es una tarea milagrosa o azarosa, no. Esto no puede ser improvisado. Es una tarea que requiere de altos niveles de planificación, estudios e inversiones. Esta es un área altamente tecnificada, con una logística especializada para hacerla siempre más eficiente, cada día más ecológica y armónica con el ambiente.
Si el alcalde Ocariz se tomara la molestia de abrir cualquier manual sobre el manejo de los desechos sólidos, aprendería (aspiraríamos el milagro) que ésta está orientada prioritariamente a la preservación de la salud y a proteger el ambiente. Tremenda responsabilidad. Sabría que un eficiente sistema de relección de desechos sólidos garantizaría a la población un ambiente adecuado, limpio, libre de contaminantes, de vectores, de lixiviados. Brindando además un grato entorno paisajístico para la comunidad. Esto es mucho pedir?
El alcalde Ocariz también podría aprender que los desechos tienen tres tiempos o momentos, que requieren atención especializada para brindar un óptimo servicio en cada etapa:
1) La Generación: la basura se genera y acumula en diferentes y variados ambientes y condiciones. Así, tenemos la generada en las viviendas y hogares, la de los comercios, los desechos de las industrias, los desechos quirúrgicos provenientes de hospitales, etc. Sin contar con una adecuada cultura de reciclaje, en un mismo lote de basura se puede encontrar invariablemente materia orgánica, plástico, papel, vidrio, baterías, etc. En este primer momento, el sistema de recolección debe orientar a la comunidad sobre las mejores formas de disposición con el uso de bolsas, pipotes, contenedores; y separando la basura de acuerdo a sus características y posibles usos (reciclaje).
2) La Recolección: la elevada densidad poblacional requiere de un sistema logístico que permita, de manera eficiente, recolectar y disponer de la basura, con una frecuencia acorde con el volumen y al tipo de basura generada. Para ello se debe contar con una adecuada flota de camiones recolectores de basura, así como equipamiento de apoyo, con camiones cisternas, vactor, retroexcavadoras. Con su respectivo taller de mantenimiento y el abastecimiento oportuno de repuestos y consumibles. En los sitios de alta generación de basura se deben colocar contenedores y pipotes que faciliten y agilicen el proceso de recolección.
3) La Disposición: el sistema de eliminación de desechos sólidos requiere de instalaciones estratégicamente ubicadas, que no afecten a la población ni al medio ambiente. Previendo todas las variables intervinientes se alargará la vida útil del vertedero: volumen y tipo de desechos, el tránsito y recorrido de los camiones, la acumulación de gases, lixiviados, polvos, humo, olores, etc. La creación de un sistema de reciclaje, permitiría mejorar la separación y reutilización de los desechos sólidos, permitiendo la producción de abono a partir de los desechos orgánicos y el reciclaje del plástico, papel, aluminio, hierro, etc. Un centro de transferencia de desechos sólidos no puede estar en medio de una comunidad, como pretende el irresponsable alcalde Ocariz.
No se le pide un milagro a este alcalde, solo que deje la improvisación y su juego de avestruz. Que asuma sus responsabilidades. Que recoja de manera eficiente la basura. Que respete los horarios de recolección. Que recoja la basura por igual en barrios y urbanizaciones, sin discriminaciones. Que invierta los recursos obtenidos por los desproporcionados aumentos de las tarifas en la adquisición de más compactadoras y la incorporación de un mayor número de recursos humanos.
En Petare, la propia comunidad realizó el foro: ¿Cómo resolver el problema de la basura en Petare? Propuestas para el alcalde (17/10/2014). Allí vimos, con la humildad y sapiencia que caracteriza a nuestro pueblo, que todas las participaciones coincidieron en los siguientes puntos:
· El alcalde siempre toma las decisiones de espaldas al Poder Popular, nunca consulta a la comunidad, nunca da la cara.
· Se requiere ejercer mayor contraloría social para revisar lo que el alcalde está haciendo con el dinero recolectado por el aumento de las tarifas.
· Incrementar los camiones para poder brindar un servicio óptimo a las zonas afectadas.
· Debe diferenciarse el equipamiento de las zonas bajas (Urbanizaciones) de los equipos de las zonas altas (Barriadas) debido a que se requieren capacidades y tamaños distintos, de acuerdo a la realidad geográfica.
· Sanear los puntos contaminados.
· Definir rutas especiales de recolección.
Por los antecedentes previos del alcalde Ocariz, ya sabemos cómo va a responder: cual mito del avestruz, con la cabeza metida entre la basura, seguirá evadiendo su responsabilidad, enajenado, ajeno a la realidad y a los problemas del pueblo petareño. En las acciones recientes de este nefasto alcalde, no se aprecian intenciones de rectificación, de humildad para solucionar el problema de la basura. Por lo pronto, seguiremos en este chiquero, bandeándonos entre las moscas, las alimañas y las montañas de basura.
Richard Canan
Sociólogo
@richardcanan
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