10 rasgos que hacen atractivo sexualmente a un político

Cuando hablamos de política, muchos se apartan y otros prefieren olvidar el tema. Pero cuando es de un político sexi y atractivo, cambian los argumentos, ya que lo más atractivo es lo que nos hace soñar.

La política, igual que el sexo, exige seducción y conquista. Por ello, el ser implacable y tener carácter puede convertirte en el político mas codiciado.
Aquí te mostramos diez rasgos que hacen atractivo sexualmente a un político.

1.- El secreto está en resultar improvisadamente sexy. “El elector castiga a los candidatos impostados. De ahí la importancia de trabajar la telegenia, estar tan bien entrenado que en el momento de comparecer resultes natural, casual, improvisado”.
2.- La perfección, sea masculina o femenina, genera cierta desconfianza e incredulidad. “Es mejor exponer gestos que humanicen al candidato o al presidente“. Hasta Michelle Obama, siendo la sociedad estadounidense tan obsesiva con la perfección de la imagen, tuvo que esforzarse en recalcar fallos domésticos que cometía su marido, como dejar los calcetines tirados o usar unos pantalones viejos y rotos.
3.- La erótica llega más por la fuerza que irradian los políticos que por la belleza. Una cosa es ser bello, otra es resultar atractivo sexualmente o tener carisma. “No fueron tanto unas facciones bellas como la fuerza y seguridad que transmite lo que le convirtieron en uno de los políticos más deseados de las últimas décadas”.
4.- Hoy resulta más sugerente una imagen con atributos tradicionalmente femeninos: cercanía, proximidad, naturalidad, sosiego y coquetería. En eso, Obama es el rey indiscutible.
5.- Aunque el ‘sex appeal’ debe ser innato, hay cualidades que se pueden trabajar, aprender o reforzar. Y no solo para seducir a una mujer, a cualquier votante. “La clave es una apariencia cuidada con la que demuestra sensibilidad y respeto, por el electorado y también por él mismo. Esa imagen debe ser coherente con los valores e ideología que él y su partido pretenden defender”.
6.- El atractivo físico ayuda a ganar la primera gran batalla de todo político: la de la notoriedad. Es decir, que te hagan caso. Pero no es suficiente. La mayor exigencia será su catadura moral y eficiencia para resolver los asuntos del país y tomar decisiones firmes.
7.- La altura, la calidad del cabello, la simetría facial, el lenguaje corporal, la sonoridad de su voz, la condición física y el vestuario determinan esa predisposición del ciudadano a escuchar al político. Pero es la actitud, la puesta en escena y el mensaje lo que definitivamente determinará si gana la confianza del votante.
8.- Los mensajes más relevantes de todo candidato son aquellos emocionales, no verbales. Una mujer a la hora de votar puede encontrar en una sonrisa, un gesto, o una mirada, una confianza mayor que la que le puede dar un gran programa de campaña o un ‘spot’ de televisión.
9.- Es importante forjar una imagen sexualmente atractiva en un político. Pero hay que ser extremadamente cuidadoso para que mantenga siempre un sustento en la verdad de su persona. En el juego de seducción toda creación de marketing que suene a maquillaje resulta fatal.
10.- Las fantasías que genera a una mujer un candidato atractivo compensan muy favorablemente la falta de información. Ya que lo que conoce el elector de los aspirantes es muy poco, el ‘sex appeal’ se convierte en un factor extremadamente importante.

Con información de Elmundo.es