Después de varios años de intenso trabajo dentro de los cuarteles, para la formación, la captación, la organización y contactos importantes con algunos partidos de izquierda de la época, el 17 de diciembre de 1982, el Capitán Chávez Frías, junto a los capitanes Urdaneta Hernández y Acosta Carles; y en compañía del Teniente Isaías Baduel, realizó el ya famoso juramento del Samán de Guere: “Juramos por el Dios de nuestros padres, por la patria, por nuestro honor, que no daremos tranquilidad a nuestras almas ni descanso a nuestros brazos hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a nuestro pueblo por voluntad de los poderosos. Elección Popular, Tierras y Hombres Libres, Horror a la Oligarquía”. Como se sabe, un juramento de aquellos jóvenes oficiales comprometidos con la Patria y toda su carga histórica, parafraseando y asumiendo las banderas de Bolívar y Zamora.
A partir de aquel momento, como el propio Comandante Chávez lo relató varios años después: “… A partir de ese juramento empezamos a trabajar con gran ansiedad… y exactamente ese diciembre nacía el EBR, el Ejército Bolivariano Revolucionario, que también significaba: Ezequiel Zamora, Simón Bolívar y Simón Rodríguez. Más tarde lo cambiamos por Movimiento Bolivariano Revolucionario-200 (MBR-200)”. Nace así oficialmente el Movimiento Cívico-militar que permitió protagonizar la lucha contra el modelo capitalista que imperaba en esos tiempos y que mantenía sumido en la miseria a todo nuestro pueblo.
En las décadas de los años 80 y 90 del siglo pasado, la corrupta oligarquía adeco-copeyana se hacía cada vez más evidente ante los ojos del pueblo, el modelo que ellos imponían entró en una crisis profunda, la cual, entre otras cosas, impulsaba la privatización de la educación y la salud, saqueaba campantemente nuestros recursos naturales; en fin, era la permanencia obligada del modelo neoliberal impuesto por el imperio norteamericano, a través del Fondo Monetario Internacional.
Los niveles desgarradores de pobreza, desempleo y hambre, llevaron al pueblo a la rebelión del 27 de Febrero de 1989 el llamado “Caracazo”. Años más tarde, en 1992, ese andar del MBR-200 comienza a concretar los planes revolucionarios de la época y se convierte en la insurrección cívico-militar del 4 de Febrero y del 27 de Noviembre, iniciándose así el camino de batallas y victorias de la Revolución Bolivariana.
Nuestro Comandante Eterno, durante su discurso en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, en la República de Cuba, el 14 de Diciembre de 1994, dijo rememorando la fundación del MBR-200: "Nosotros tuvimos la osadía de fundar un movimiento dentro de las filas del ejército nacional de Venezuela, hastiados de tanta corrupción, y nos juramos dedicarle la vida a la construcción de un movimiento revolucionario y a la lucha revolucionaria en Venezuela, ahora, en el ámbito latinoamericano. Eso comenzamos a hacerlo el año bicentenario del nacimiento de Bolívar”.
Por diversas situaciones en las que nos colocan las circunstancias y la propia historia, el MBR-200 cedió sus acciones y su momento protagónico al Movimiento V República, y más recientemente al PSUV, quienes aliados a otros partidos y frentes sociales, han conformado durante todos estos años la vanguardia Revolucionaria.
El MBR-200 cumplió un papel fundamental, así como sus fundadores. A algunos de ellos, actualmente desviados de aquel juramento y a otros apartados del accionar actual del proceso revolucionario, hoy, el hijo de Chávez, el presidente de la república, Nicolás Maduro, los llama al reencuentro sincero y a unirse nuevamente a la batalla por los ideales originarios: el árbol de las tres raíces, el sistema EBR (Ezequiel Zamora, el General del Pueblo Soberano, Simón Bolívar, el líder y Simón Rodríguez (Robinson), el Maestro).
Yo también me uno a ese llamado. Es un llamado sincero, lleno de amor y de optimismo. Un llamado que es justo y necesario. La Revolución Bolivariana, bajo la conducción de nuestro líder Supremo, Hugo Chávez, logró avanzar conscientemente hacia la independencia, sin nombrar innumerables logros que se traducen, entre otros tantos elementos probatorios, en el descenso de los índices de pobreza, desempleo, desigualdad y otros. Ahora, ya a 15 años de revolución, 14 años bajo la dirección de Hugo Chávez y actualmente, con la conducción de Nicolás Maduro, hemos sido testigos y protagonistas de muchas conspiraciones y ataques internos y externos. El enemigo no descansa en sus pretensiones golpistas y sus planes de guerra atentan directamente contra la revolución y por ende, contra el pueblo venezolano, comprobado con todas las acciones de guerra económica, corrupción y hasta asesinatos, promovidos por los dirigentes de la derecha fascista criolla y extranjera.
Por ello, se hace necesario profundizar en nuestros niveles de verdadera unidad revolucionaria, seguir sumando conciencias y voluntades a la causa chavista. Algunos se han apartado, a lo largo de este proceso por algunos desencuentros y discrepancias, otros se han alejado y mantienen una actitud “neutral” ante los actuales escenarios y otros más, han sido hipnotizados por las garras de la oposición. Camaradas que sabemos son honestos, trabajadores y mantienen las raíces de sus verdaderos ideales, hoy los seguimos llamando a la reflexión profunda. Nosotros los esperamos, de este lado, con los brazos abiertos, porque al fin y al cabo, nos une un mismo objetivo, consolidar el socialismo bolivariano y derrotar definitivamente el modelo capitalista.
Los revolucionarios debemos caracterizarnos por verdaderos sentimientos de solidaridad, sinceridad y honestidad. En nuestros corazones no deben albergarse odios, ni resentimientos; es por esta razón, que desde el Partido Socialista Unido de Venezuela esperamos poder seguir consolidando la verdadera unidad revolucionaria, continuar avanzando en la articulación de acciones que tengan que ver con la gestión social y la gestión política y mantenernos en la vanguardia, para defender nuestra revolución y nuestros logros bolivarianos, en el terreno que sea necesario. Una de esas acciones, reorganizar el MBR-200, como una célula fundamental en la conformación interna de nuestro PSUV.
Vamos todos y todas, a seguir sumando a este sendero a quienes, sabemos, son y seguirán siendo, piezas fundamentales de toda esta construcción de la Patria Socialista. Aunque no seamos imprescindibles, porque nuestra condición humana no nos concede perpetuarnos en el tiempo, sí todos somos necesarios y útiles para la causa. Cada quien desde su trinchera puede hacer revolución de la buena, pero la unión es la clave, para que esa revolución, llegue a ser, ya en el mediano plazo, irreversible.
Chávez Vive!!
La Patria Sigue!!!
A partir de aquel momento, como el propio Comandante Chávez lo relató varios años después: “… A partir de ese juramento empezamos a trabajar con gran ansiedad… y exactamente ese diciembre nacía el EBR, el Ejército Bolivariano Revolucionario, que también significaba: Ezequiel Zamora, Simón Bolívar y Simón Rodríguez. Más tarde lo cambiamos por Movimiento Bolivariano Revolucionario-200 (MBR-200)”. Nace así oficialmente el Movimiento Cívico-militar que permitió protagonizar la lucha contra el modelo capitalista que imperaba en esos tiempos y que mantenía sumido en la miseria a todo nuestro pueblo.
En las décadas de los años 80 y 90 del siglo pasado, la corrupta oligarquía adeco-copeyana se hacía cada vez más evidente ante los ojos del pueblo, el modelo que ellos imponían entró en una crisis profunda, la cual, entre otras cosas, impulsaba la privatización de la educación y la salud, saqueaba campantemente nuestros recursos naturales; en fin, era la permanencia obligada del modelo neoliberal impuesto por el imperio norteamericano, a través del Fondo Monetario Internacional.
Los niveles desgarradores de pobreza, desempleo y hambre, llevaron al pueblo a la rebelión del 27 de Febrero de 1989 el llamado “Caracazo”. Años más tarde, en 1992, ese andar del MBR-200 comienza a concretar los planes revolucionarios de la época y se convierte en la insurrección cívico-militar del 4 de Febrero y del 27 de Noviembre, iniciándose así el camino de batallas y victorias de la Revolución Bolivariana.
Nuestro Comandante Eterno, durante su discurso en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, en la República de Cuba, el 14 de Diciembre de 1994, dijo rememorando la fundación del MBR-200: "Nosotros tuvimos la osadía de fundar un movimiento dentro de las filas del ejército nacional de Venezuela, hastiados de tanta corrupción, y nos juramos dedicarle la vida a la construcción de un movimiento revolucionario y a la lucha revolucionaria en Venezuela, ahora, en el ámbito latinoamericano. Eso comenzamos a hacerlo el año bicentenario del nacimiento de Bolívar”.
Por diversas situaciones en las que nos colocan las circunstancias y la propia historia, el MBR-200 cedió sus acciones y su momento protagónico al Movimiento V República, y más recientemente al PSUV, quienes aliados a otros partidos y frentes sociales, han conformado durante todos estos años la vanguardia Revolucionaria.
El MBR-200 cumplió un papel fundamental, así como sus fundadores. A algunos de ellos, actualmente desviados de aquel juramento y a otros apartados del accionar actual del proceso revolucionario, hoy, el hijo de Chávez, el presidente de la república, Nicolás Maduro, los llama al reencuentro sincero y a unirse nuevamente a la batalla por los ideales originarios: el árbol de las tres raíces, el sistema EBR (Ezequiel Zamora, el General del Pueblo Soberano, Simón Bolívar, el líder y Simón Rodríguez (Robinson), el Maestro).
Yo también me uno a ese llamado. Es un llamado sincero, lleno de amor y de optimismo. Un llamado que es justo y necesario. La Revolución Bolivariana, bajo la conducción de nuestro líder Supremo, Hugo Chávez, logró avanzar conscientemente hacia la independencia, sin nombrar innumerables logros que se traducen, entre otros tantos elementos probatorios, en el descenso de los índices de pobreza, desempleo, desigualdad y otros. Ahora, ya a 15 años de revolución, 14 años bajo la dirección de Hugo Chávez y actualmente, con la conducción de Nicolás Maduro, hemos sido testigos y protagonistas de muchas conspiraciones y ataques internos y externos. El enemigo no descansa en sus pretensiones golpistas y sus planes de guerra atentan directamente contra la revolución y por ende, contra el pueblo venezolano, comprobado con todas las acciones de guerra económica, corrupción y hasta asesinatos, promovidos por los dirigentes de la derecha fascista criolla y extranjera.
Por ello, se hace necesario profundizar en nuestros niveles de verdadera unidad revolucionaria, seguir sumando conciencias y voluntades a la causa chavista. Algunos se han apartado, a lo largo de este proceso por algunos desencuentros y discrepancias, otros se han alejado y mantienen una actitud “neutral” ante los actuales escenarios y otros más, han sido hipnotizados por las garras de la oposición. Camaradas que sabemos son honestos, trabajadores y mantienen las raíces de sus verdaderos ideales, hoy los seguimos llamando a la reflexión profunda. Nosotros los esperamos, de este lado, con los brazos abiertos, porque al fin y al cabo, nos une un mismo objetivo, consolidar el socialismo bolivariano y derrotar definitivamente el modelo capitalista.
Los revolucionarios debemos caracterizarnos por verdaderos sentimientos de solidaridad, sinceridad y honestidad. En nuestros corazones no deben albergarse odios, ni resentimientos; es por esta razón, que desde el Partido Socialista Unido de Venezuela esperamos poder seguir consolidando la verdadera unidad revolucionaria, continuar avanzando en la articulación de acciones que tengan que ver con la gestión social y la gestión política y mantenernos en la vanguardia, para defender nuestra revolución y nuestros logros bolivarianos, en el terreno que sea necesario. Una de esas acciones, reorganizar el MBR-200, como una célula fundamental en la conformación interna de nuestro PSUV.
Vamos todos y todas, a seguir sumando a este sendero a quienes, sabemos, son y seguirán siendo, piezas fundamentales de toda esta construcción de la Patria Socialista. Aunque no seamos imprescindibles, porque nuestra condición humana no nos concede perpetuarnos en el tiempo, sí todos somos necesarios y útiles para la causa. Cada quien desde su trinchera puede hacer revolución de la buena, pero la unión es la clave, para que esa revolución, llegue a ser, ya en el mediano plazo, irreversible.
Chávez Vive!!
La Patria Sigue!!!
0 comentários: