El periodista venezolano, Nelson Bocaranda, publicó este jueves 23 de octubre su tradicional columna de “runrunes” en el diario de circulación nacional “El Universal”. En esta ocasión, usó como tópico el Ébola, la epidemia a la que se enfrenta el mundo actualmente, proveniente del continente africano.
En la nota que hace Bocaranda, no pierde tiempo en criticar con vehemencia, desde la primera línea, a los gobiernos suramericanos que se reunieron en La Habana para discutir sobre las medidas que deberíamos tomar para prevenir en nuestras naciones, algún brote e incluso, para ofrecer ayuda como lo ha hecho Cuba, a los países que ya padecen del mismo.
No obstante, el periodista trujillano comienza a hilar su nota con situaciones políticas de la actualidad. Dice, sin ninguna evidencia de sus afirmaciones, que aviones particulares han traído a personas provenientes de África con el objeto de hacer alguna especie de rituales chamánicos pagados por el alto mando del gobierno venezolano. Cabe destacar que Venezuela no tiene vuelos directos hacia ni desde África.
No podemos dejar pasar cuando en su columna, Bocaranda se refiere a Venezuela como “paupérrima” ¿Paupérrima? no es la palabra con la que definiríamos a Venezuela, aunque dentro del país sí hay instituciones moribundas e indigentes, como la oposición de ultraderecha, o la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), quienes no atinan a ponerse de acuerdo en nada.
Hay una insistencia en vincular a la mayoría del pueblo revolucionario con la santería, rituales de la cultura africana y malponer a los líderes revolucionarios, inventándoles nexos de esta naturaleza. Sin ir muy atrás en el tiempo, al joven Robert Serra lo utilizaron en este sentido generando matrices falsas de opinión que desviaban la atención de la realidad del motivo de su asesinato. ¿Acaso para la oposición es un crimen ser santero? ¿Acaso su afán de exclusión toca también a los seguidores de alguna religión distinta? ¿Cómo es que la oposición se dice democrática si no acepta, en primera instancia, la multiculturalidad de creencias venezolanas?
Ataca, por consiguiente, a los colectivos revolucionarios involucrándolos, otra vez sin evidencia probatoria, con el caso de Robert Serra. Relata toda una cháchara de historias que le contaron sobre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, mientras muchos de estos efectivos están en este momento en la frontera luchando contra el contrabando de extracción, flagelo que victimiza en la actualidad la economía venezolana.
Vaticina miserias, el fin de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (Opep) y la llegada del Ébola a Venezuela ¿alguna otra cosa negativa tendrá para destacar a Venezuela este periodista? Saque usted sus conclusiones.
(LaIguana.TV)
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