Luis Videgaray, secretario de Hacienda de México, compró una casa a un contratista del Gobierno mexicano involucrado en las recientes acusaciones de tráfico de influencias que están sacudiendo a la Administración del presidente Enrique Peña Nieto.
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Según una investigación realizada por 'The Wall Street Journal', Videgaray, considerado como el cerebro detrás de las recientes reformas económicas del país, compró la casa por un valor de 7,5 millones de pesos (más de 500.000 dólares), ubicada en una exclusiva zona de la localidad de Malinalco, estado de México.
La vivienda fue adquirida en octubre del 2012, pocos meses antes de que Peña Nieto tomara posesión como presidente. Para entonces, Videgaray era el candidato obvio para convertirse en el nuevo secretario de Hacienda, señala el diario estadounidense.
Para la compra de la casa, la compañía, propiedad de un gran contratista de la Administración mexicana que construyó y vendió la polémica mansión de la primera dama de ese país, le facilitó un préstamo a pagar en 18 años pero fue abonado en su totalidad a inicios de 2014. Dicho crédito no fue presentado en la declaración oficial de bienes.
El diario señala que al funcionario "no se le acusa de ninguna ilegalidad", pero que la "transacción se suma a los aparentes conflictos de intereses que han dañado la credibilidad y la popularidad de Peña Nieto, quien llegó a la Presidencia prometiendo una ruptura con las prácticas clientelistas por las que era conocido el Partido Revolucionario Institucional (PRI)".
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