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Cuba no ha dejado de ser noticia desde el 17 de diciembre de 2014, cuando los mandatarios Raúl Castro y el estadounidense Barack Obama, anunciaron al mundo el proceso de normalización de relaciones que habían comenzado año y medio antes.
Por eso quisimos conversar, el director de Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, y esta servidora, con el embajador cubano en Venezuela, Rogelio Polanco Fuentes, respecto de cómo va este proceso “largo, difícil y complejo”, como él lo calificó.
La primera parte del discurso de Raúl Castro en la Cumbre de las Américas hizo un recuento histórico de las agresiones de EEUU sufridas por Cuba y en la segunda parte incluso pareciera que exoneró a Obama de responsabilidades. ¿Qué intención tuvo ese discurso?, pues algunos piensan que buscaba que los presidentes progresistas atenuaran su tono ante el Mandatario estadounidense.
El discurso fue una pieza oratoria extraordinaria. No solo por el análisis de fondo que realizó el presidente Castro, sino por su forma emotiva como nos hizo recordar la historia que hemos vivido -dura y compleja, pero digna. Creo que es en ese escenario que llega Cuba, por primera vez en cinco décadas, gracias a la resistencia y la solidaridad de amigos, específicamente de América Latina, hacía falta ese recuento. Cuba había sido execrada de las relaciones hemisféricas, por tanto, llegar en pie de igualdad sin hacer concesiones. Significó un discurso de gran valor histórico porque se hizo referencia a la historia de agresiones, de graves daños materiales y humanos que hemos padecido. Buscaba expresar por qué había pasado todo eso. No es posible avanzar al futuro sin conocer de dónde venimos. Lo hizo con dignidad, firmeza, respeto, reconocimiento al valor del adversario, pero sin humillarlo. Eso es significativo. No hay rencores ni odios. Se reconoce el valor del cambio de política y que es posible abordar temas en pie de igualdad, con respeto mutuo y reconocimiento a la soberanía y autodeterminación de otros países. Así es posible avanzar en temas sabiendo que existen grandes diferencias y grandes contradicciones y aspectos irreconciliables. No hay otras pretensiones. No nos corresponde, ni tuvo la pretensión, sentar cátedra en la forma como otros países deban proceder en su política interna o externa, y menos cuando se trataba un tema de agresividad e injerencia contra Venezuela por parte de EEUU.
El presidente Evo Morales y otros opinan que EEUU no ha cambiado su política para América Latina y que aplica la zanahoria a Cuba y el garrote a Venezuela.
El presidente Obama, de forma valiente y positiva, reconoció el fracaso del bloqueo y dijo que no logró sus objetivos y que deben pensar en otros medios para obtener los mismos fines. No es nuevo. Desde épocas inmemoriales EEUU ha usado todo tipo de políticas contra Cuba, como la de la fruta madura y la del destino manifiesto. En tiempos de revolución ha utilizado la guerra biológica, la invasión militar, el intento de magnicidio, atentados, agresiones económicas, la política del garrote y el poder blando, entre otras. Ahora pretende un cambio de política y estamos dispuestos a ese cambio sobre la base de la igualdad, con base en el respeto y no aceptar que ningún país se inmiscuya en nuestros asuntos internos. Ahora se habla de la “Doctrina Obama”. Recientemente, en entrevista con The New York Times, el presidente Obama dijo que EEUU está comprometido con influir en los países, preservando sus capacidades. Por eso Evo dice que no ha cambiado la política, sino la forma de aplicarla. En un momento de nuestra historia Fidel Castro refirió que Cuba está preparada para afrontar la política de la fuerza y la de la seducción. En relación con EEUU la seducción puede venir por el lado de la subversión ideológica o cultural, pero hemos podido y estamos preparados para afrontar una política que pretenda socavar por otras vías nuestra soberanía.
A partir de la solidaridad mostrada por Cuba a Venezuela luego del decreto de Obama del 9 de marzo, ¿hasta dónde se expresaría en el caso de una invasión militar a Venezuela?
Hemos dicho que EEUU no puede por un lado seducir a Cuba y por el otro agredir a Venezuela. Nuestra política solidaria y de lealtad a Venezuela es irrenunciable. No tiene límites. En este momento hay unos 40 mil colaboradores cubanos en diferentes ámbitos (salud, educación, deportes, agricultura, industria) que se han mantenido firmes en este período de amenazas. No se han movido de su puesto. Es una demostración de la voluntad de Cuba de apoyar. Le hemos dicho a EEUU que para el proceso de apertura de embajadas debe darse un contexto regional adecuado con todos y cada uno de los países del continente. Cuba nunca ha abandonado a sus hermanos, a sus amigos. Ni siquiera cuando se planteó que para mejorar las relaciones con EEUU abandonáramos nuestro apoyo a la Unión Soviética, o a los movimientos liberadores de África o Latinoamérica. Eso se mantiene hasta nuestros días y estará por siempre.
¿Cómo se prepara Cuba para lo que pareciera una invasión comercial de empresas estadounidenses y la posible infiltración ideológica de espías?
El proceso de normalización de relaciones es largo, difícil y complejo, es diferente al proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas. Requiere levantar el bloqueo y devolver el territorio ilegalmente ocupado de Guantánamo, el cese de transmisiones radiales y televisivas y la compensación justa por todos los daños causados. No es poco lo que se debe avanzar para alcanzar esa normalización.
Cronológicamente hablando, primero está el restablecimiento de relaciones diplomáticas y apertura de embajadas que se puede dar a más corto plazo, sobre la base del retiro de Cuba de la injusta lista de países que patrocinan el terrorismo y el funcionamiento de nuestra Oficina de Intereses en Washington.
Pero deben funcionar sobre la base de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares. El presidente Obama ha tomado decisiones de una forma muy limitada. Él puede ampliar esas prerrogativas.
Cuba está preparada e irá decidiendo el intercambio y las inversiones, de acuerdo con nuestras necesidades. Cualquier relación debe ser bilateral y recíproca. Pero ¿por qué no se levantan las restricciones de una buena vez? ¿Por qué no se permite que productos medicinales se comercialicen allá? ¿Por qué EEUU no se puede beneficiar también de ello? Podemos aportar nuestros productos culturales, que son reconocidos internacionalmente. Las empresas de EEUU están a pocos kilómetros, pensamos que hay que explorar esas ventajas. Hay solo cuatro temas sobre los que el presidente Obama no puede decidir en relación con Cuba porque están protegidos por leyes (ver cuadro). Fuera de eso puede levantar todas las restricciones. Pedimos que use sus prerrogativas sin necesidad de esperar por el Congreso.
¿Cuándo cree que Obama va a discutir ese levantamiento del embargo y entregar el territorio de Guantánamo?
El proceso de normalización de relaciones es más complejo. Dos países pueden tener diferencias políticas, económicas, culturales, pero son iguales ante el Derecho Internacional. Cuba y EEUU pueden tener relaciones e igualdad con base en ese Derecho Internacional, pero tiene que cambiar la concepción ideológica de la élite de EEUU. Han intentado de todo contra nosotros. Debe cambiar esa política imperial para normalizar las relaciones. ¿Cómo le pedimos al pueblo que acepte eso con un país que nos bloquea?
¿Cuál será la opinión de Fidel en cuanto a la Cumbre? ¿Desconfianza?
Esa es una pregunta que hay que hacérsela a él. Pero Fidel ha sido coherente con su postura histórica. Cuando vio caer los cohetes sobre la Sierra Maestra preconizó que para alcanzar la verdadera independencia, la guerra mayor sería con EEUU. Incluso Fidel fue allá y se entrevistó con el vicepresidente Richard Nixon, pero ellos rompieron las relaciones con nosotros y comenzó una política de terror y agresión permanente. Fidel tiene la autoridad moral y la estatura política para conocer al adversario y está permanentemente al tanto y apoyando el proceso. Él mismo ha planteado la paz con todos los países, incluyendo con nuestro adversario fundamental. Cualquier intento de introducir una cuña en su pensamiento en relación con todo lo que hace la revolución está condenado al fracaso.
¿Cuba quisiera proteger algún área económica en relación con EEUU?
Las relaciones económicas de Cuba son las mismas para EEUU o cualquier otro país. Acabamos de aprobar una Ley de Inversiones Extranjeras porque entendemos que son un elemento complementario de nuestro desarrollo económico y social y un incentivo para elevar nuestro crecimiento que es moderado y limitado. Para ello la ley establece una serie de incentivos, manteniendo la soberanía de nuestro país. Todas las áreas están abiertas: infraestructura, telecomunicaciones, informática, producción agropecuaria, producción de medicamentos, turismo, desarrollo industrial, producción de envases y embalajes, construcción.
EEUU solicitó la liberación de prisioneros y que dejaran de participar en Cuba grupos que ellos consideran terroristas. ¿Qué otra condición cree usted que pida el Congreso de EEUU para sacar a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo?
Esta lista es de 1982, cuando el gobierno de Ronald Reagan, bajo la visión de demonizar a unos países u otros según su visión injerencista que es rechazada por todos en el planeta. EEUU valoró razones, todas infundadas, y el tiempo nos ha dado la razón. Luego de más de 30 años EEUU comprendió que Cuba no iba a aceptar las condiciones de esa lista que nos causó mucho daño. Hoy Cuba es sede de los diálogos de paz de Colombia y la presencia de los etarras fue por solicitud del Gobierno español de esa época. Vemos muy justo y positivo que el presidente Obama haya decidido sacar a Cuba de esa lista donde nunca debió estar.
LO QUE NO PUEDE OBAMA
El embajador Polanco explicó que, en referencia al embargo económico y financiero a Cuba, solo hay cuatro áreas en las cuales el presidente Barack Obama no puede actuar con sus prerrogativas, porque están protegidas por leyes que deben ser derogadas por el Congreso. Estas son:
Prohibición a subsidiarias de EEUU en terceros países a comerciar bienes con Cuba, recogida en la Ley para la Democracia Cubana de 1992, mejor conocida como ley Torricelli.
La imposibilidad de realizar transacciones con propiedades norteamericanas que fueron nacionalizadas por Cuba, lo cual está prohibido por la ley Helms-Burton.
Las otras dos prohibiciones fueron incluidas en la Ley de Reforma de las Sanciones Comerciales y ampliación de las Exportaciones del año 2000, que impide a los estadounidenses viajar a Cuba con fines turísticos y obliga a la isla a pagar en efectivo y por adelantado por las compras de productos agrícolas en EEUU.
Del resto, explicó el diplomático que el Mandatario de EEUU tiene amplias prerrogativas ejecutivas para modificar el bloqueo y permitir, entre otras cosas:
Turismo: servicios de ferry entre ambas naciones.
Comercio: importar desde terceros países productos que contengan 10% de componentes de EEUU. Autorizar las exportaciones cubanas de productos manufacturados en terceros países.
Salud: autorizar a sus ciudadanos a recibir tratamiento o medicinas cubanas.
SU PERFIL
Asumió la embajada en Venezuela en 2009.
Licenciado en Relaciones Políticas Internacionales (1990) y tiene un diplomado en Defensa Nacional.
Miembro de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Fue director del diario Juventud Rebelde (97-09)
Ha cumplido misiones internacionales en países de África, América, Asia y Europa.
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