Algunos países tienen tradiciones para la noche vieja y la llegada del Año Nuevo, en México por ejemplo se acostumbra recibir el año con 12 uvas que acompañan las 12 campanadas.
Pero en otros países hay tradiciones muy diferentes y atrevidas, por ejemplo en los Estados Unidos a la media noche no puede faltar un beso, pues creen que no dar uno justo después de las 12 de la última noche del año, asegura 365 días de soledad.
En Italia, un plato de lentejas no puede faltar en ninguna mesa, gracias a su simbolismo de riqueza, cuantas más se comen más se gana, piensan.
Mientras, los daneses se quedan sin vajilla en esa noche, pues al estrellarla contra la puerta de los seres queridos representan el cariño y los buenos presagios que les desean para el año siguiente, por lo que la gente queda encantada con esta acción.
La ropa con lunares no puede faltar en Filipinas, pues en este país se asocian los lunares en las prendas con las monedas debido a su forma circular. También se vincula este tipo de telas a la buena suerte, por lo que las calles filipinas se visten así durante el 31 de diciembre.
Asimismo, se comparte si es posible, la ropa que tiene al menos un bolsillo y en él se meten algunas monedas que se harán sonar cuando el reloj anuncie la media noche.
En Japón también despiden el año con campanadas, pero no doce. La tradición llamada Joya no kane, obliga a que durante la transición de noche vieja a año nuevo se toquen hasta 108 veces las campanas de los templos budistas nipones.
En cada tañido de metal se esfuma uno de los 108 pecados que el ser humano tiene por defecto en la mente, evitando así caer en la tentación de llevarlos a cabo.
Estas y otras cosas se hacen en el mundo para festejar un año que se va y un año que promete mucho, ¡felices fiestas!
Pero en otros países hay tradiciones muy diferentes y atrevidas, por ejemplo en los Estados Unidos a la media noche no puede faltar un beso, pues creen que no dar uno justo después de las 12 de la última noche del año, asegura 365 días de soledad.
En Italia, un plato de lentejas no puede faltar en ninguna mesa, gracias a su simbolismo de riqueza, cuantas más se comen más se gana, piensan.
Mientras, los daneses se quedan sin vajilla en esa noche, pues al estrellarla contra la puerta de los seres queridos representan el cariño y los buenos presagios que les desean para el año siguiente, por lo que la gente queda encantada con esta acción.
La ropa con lunares no puede faltar en Filipinas, pues en este país se asocian los lunares en las prendas con las monedas debido a su forma circular. También se vincula este tipo de telas a la buena suerte, por lo que las calles filipinas se visten así durante el 31 de diciembre.
Asimismo, se comparte si es posible, la ropa que tiene al menos un bolsillo y en él se meten algunas monedas que se harán sonar cuando el reloj anuncie la media noche.
En Japón también despiden el año con campanadas, pero no doce. La tradición llamada Joya no kane, obliga a que durante la transición de noche vieja a año nuevo se toquen hasta 108 veces las campanas de los templos budistas nipones.
En cada tañido de metal se esfuma uno de los 108 pecados que el ser humano tiene por defecto en la mente, evitando así caer en la tentación de llevarlos a cabo.
Estas y otras cosas se hacen en el mundo para festejar un año que se va y un año que promete mucho, ¡felices fiestas!