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Algún día tendremos que dar cuentas ante Dios de todas nuestras posesiones



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Durante los últimos devocionales, hemos visto la historia en Lucas 12. Hoy quiero que lea los versículos 16–21, los cuales serán la base para nuestros próximos estudios:
"Entonces les contó esta parábola: ―El terreno de un hombre rico le produjo una buena cosecha. Así que se puso a pensar: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde almacenar mi cosecha'. Por fin dijo: 'Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, donde pueda almacenar todo mi grano y mis bienes. Y diré: Alma mía, ya tienes bastantes cosas buenas guardadas para muchos años. Descansa, come, bebe y goza de la vida'. Pero Dios le dijo: '¡Necio! Esta misma noche te van a reclamar la vida. ¿Y quién se quedará con lo que has acumulado?' 'Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de Dios'."
Hoy quiero dirigir sus pensamientos a los versículos 19–20.
Algunas veces es fácil para las personas pensar que tienen muchos años por delante. Pero esa es una perspectiva muy cerrada. Necesitamos vivir como si esta noche fuéramos a estar con nuestro Señor.
Eso no significa que no debe mirar hacia el futuro o que no pueda ni ahorrar ni planear. De hecho, la Biblia dice que el hombre justo deja una herencia para los hijos de sus hijos.
Pero sí necesitamos vivir de tal manera que no estemos avergonzados por haber dejado todo tipo de fondos sin usar y sin asignar en el banco, dinero que no hará nada bueno a nadie.
Algún día tendremos que presentarnos delante de Jesús y daremos cuentas de todas nuestras posesiones. ¡Y quizá sea hoy!

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