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La oración de Ana


En el primer capítulo del libro de 1ra. Samuel se relata una historia acerca de la fe de una mujer, Ana la esposa de Elcana, quien tenía un anhelo en su corazón: concebir un hijo. Este asunto le causaba tristeza y desánimo, a esto se sumaba la molestia que le causaba Penina, la segunda esposa de Elcana, quien sí tenía hijos.

La Biblia menciona que Ana estaba viviendo un tiempo de amargura y decidió acudir al templo para orar y así decirle a Dios el motivo de su estado de ánimo.
Esta historia nos enseña una gran lección acerca de la Fe y la actitud que debemos tener en momentos dolorosos y muy difíciles. La Fe es la que nos sostiene y nos ayuda a mantener la esperanza.

Ana nos enseña la actitud correcta ante la necesidad:

1.- Acudir a Dios.- El ser humano en medio de los problemas tiende  a encerrarse en su dolor y olvida a Dios, cuando debiera ser todo lo contrario, pues es justamente a Él a  quién debemos acudir en primer lugar, aunque esto signifique luchar contra nosotros mismos.

¿En esos momentos de debilidad a quién acudes?
2.- Nuestras oraciones deben ser completamente sinceras.-  Ana, cuando se presentó en el templo para orar, no se reservó nada ante Dios, ella le mostró su dolor y dio a conocer su necesidad.

3.- Cambio de actitud.- Después de que Ana oró mostró su Fe cuando al salir del templo cambio de actitud, es difícil sonreír y tener gozo en medio del problema pero hacerlo demuestra la confianza que tenemos en Dios.

4.- Cumplió su promesa.- En medio de su oración Ana le hizo una promesa a Dios y la cumplió, ¿Cuántas promesas le hiciste a Dios en medio de la dificultad? Como seres humanos hacemos promesas movidos al calor de momento pero ¿cuántas de esas promesas que hicimos las hemos cumplido?

A veces nos toca vivir situaciones difíciles y dolorosas que pueden ser un motivo para bajar los brazos y rendirnos pero es justamente en esos momentos cuando debemos mostrar una verdadera Fe, así como la de Ana que la llevó a la oración.

“Ana, con una profunda angustia, lloraba amargamente mientras oraba al Señor” 1 Samuel 1:20 (NTV)


 

 
Judith Quisbert
 CVCLAVOZ

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