Octubre 10 de 2014.-Llegamos a Cotiza, a las 12 :30 del mediodía, estábamos frente a la antigua Comandancia de la Metropolitana, antiguo bastión de la seguridad en los tiempos de la IV República, ahora transformada en el Centro Socialista 5 de Marzo. Entrar no fue cosa fácil, debido a las medidas de seguridad para accesar a este centro comunal que lideraba una de las 5 víctimas del Edificio Manfredi, esquina de Glorieta a Mamey, en la avenida Sur 4 de Quinta. Crespo: José Miguel Odreman.
La entrada estaba franqueada por las imágenes de los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro, luego, en un gran mural, nos encontramos con otros caídos: Eliecer Otaiza, William Parra, Wilfredo Rojas y Juancho Montoya, conocido como, el Comandante Murachi.
Las escenas de dolor, acompañadas de rabia e impotencia ofrecían un ambiente desconsolador. Las grabaciones estaban siendo controladas por razones obvias de seguridad. Al pasar la 1 de la tarde, sacaron los féretros de estos conocidos luchadores chavistas, José Miguel Odreman, quien fue el vocero principal del Frente 5 de Marzo, que agrupa a más de 100 colectivos y del Movimiento, “Juancho Montoya”, nacido el 15 de marzo de 1971 y del segundo comandante de este colectivo, Michael Contreras Bernal, de 38 años de edad.
¿Quién era José Miguel Odreman? partiendo de la premisa oficial divulgada a través de los medios, el director del CICPC, Miguel Sierralta, informó, que en un operativo, murieron 5 hombres, solicitados por homicidio, quienes se batieron en un enfrentamiento con afectivos del CICPC, uno de ellos, era el popular y muy conocido activista, Miguel Odreman. Esta noticia produjo un gran estallido en la opinión pública, puesto que, los que conocieron a Odreman y de su trabajo político y social, comenzaron a levantarse cual ola gigante para confrontar la mátriz mediática que se quería imponer a través de los partes policiales.
La mayoría de los entrevistados, quienes prefirieron mantenerse en el anonimato, en medio del dolor, manifestaron su gran malestar al ver como se pretendía enlodar la imagen de una de las personas que había luchado más por el desarrollo de las comunidades, de él se refirieron como un trabajador incansable, racional, desprendido, conciliador y mediador en muchos conflictos, por eso era requerido en cuanto problema se enfrentaba cualquier comunidad humilde del municipio Libertador.
Y esto es lo que refieren, de lo que ocurrido el día 8 de octubre, “A Odreman, lo llaman de urgencia, para que ayude a resolver una situación anormal que sucedía en el Edificio Manfredi, el cual había sido allanado y habían ajusticiado al líder del colectivo Escudo de la Revolución, Carmelo Chávez. Al llegar allí se da cuenta, que han limpiado las evidencias. Ante varios medios, denuncia los asesinatos. Al verse atacados nuevamente por una patrulla, se pone del lado del colectivo del Manfredi, quienes ya habían perdido a tres personas, decide dialogar con los funcionarios del CICPC, pero allí mismo le quitan la vida, delante de mucha gente y vecinos que observaron los hechos”
Y esto es lo que refieren, de lo que ocurrido el día 8 de octubre, “A Odreman, lo llaman de urgencia, para que ayude a resolver una situación anormal que sucedía en el Edificio Manfredi, el cual había sido allanado y habían ajusticiado al líder del colectivo Escudo de la Revolución, Carmelo Chávez. Al llegar allí se da cuenta, que han limpiado las evidencias. Ante varios medios, denuncia los asesinatos. Al verse atacados nuevamente por una patrulla, se pone del lado del colectivo del Manfredi, quienes ya habían perdido a tres personas, decide dialogar con los funcionarios del CICPC, pero allí mismo le quitan la vida, delante de mucha gente y vecinos que observaron los hechos”
Lo que más le perturba a sus amigos, es que le hayan dado 26 disparos, y según dicen, se lo llevaron aún con vida. Se preguntan ¿Como le van a dar 26 balazos en un enfrentamiento?
Una de sus tías, hecha un mar de llanto, nos relató “¿Por qué lo mataron? Si tanto que él había dado por La Revolución, no merecía morir así, mija, nos lo mataron como a un perro, con Chávez no hubiera pasado esto, ¡Ay, es una desgracia!”
Otras personas, tenían más preguntas que respuestas, pues la cadena de los hechos no les cuadra, pero lo que más les duele, es el tratamiento moral con el que dicen pretenden darles un segundo asesinato a estos verdaderos revolucionarios, que de la noche a la mañana, sin tener antecedentes penales, fueron convertidos en peligrosos homicidas, de crímenes que nadie sabe nada o hechos absurdos, como traídos de los pelos, como si se tratara de una novela muy mal escrita.
Las otras víctimas, son: Jesús Rodríguez (33 años de edad), trabajó como escolta de Lucas Rincón y de Eliecer Otaiza; José Angel Tovar Contreras (24)
Otras personas, tenían más preguntas que respuestas, pues la cadena de los hechos no les cuadra, pero lo que más les duele, es el tratamiento moral con el que dicen pretenden darles un segundo asesinato a estos verdaderos revolucionarios, que de la noche a la mañana, sin tener antecedentes penales, fueron convertidos en peligrosos homicidas, de crímenes que nadie sabe nada o hechos absurdos, como traídos de los pelos, como si se tratara de una novela muy mal escrita.
Las otras víctimas, son: Jesús Rodríguez (33 años de edad), trabajó como escolta de Lucas Rincón y de Eliecer Otaiza; José Angel Tovar Contreras (24)
Una joven residente del Manfredi, Whitney Castillo, aun se encuentra privada de libertad.
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