“Cómo olvidar ese día que vivimos nosotros acorralados, porque no nos dejaban salir, nos lanzaban piedras, lo que conseguían. Da la casualidad de que ese día mi hijo no estaba en casa, al verme yo asustada y todos los vecinos asustados llamé a mi hijo para que se viniera, porque íbamos a cerrar temprano el portón y no íbamos a dejar pasar a nadie. A la media hora llegó la noticia de que me lo habían matado”, narra, entre lagrimas, la señora Martha Garizabal, madre de Keller Enrique Guevara Garizabal de 23 años de edad, quien forma parte de la lista de los caídos en abril de 2013.
Desde muy joven, Keller Guevara decidió estudiar, formarse e ingresar a la Guardia Nacional Bolivariana con la intención de aportar un granito de arena para defender y proteger a su país.
La noche del 15 de abril de 2013 fue a reunirse con un grupo de amigos cerca de la estación de servicio del sector La Machiril de San Cristóbal, estado Táchira. Allí la victoria y la alegría estaban presentes porque celebraban los resultados electorales que hicieron triunfador al Presidente Nicolás Maduro, sin embargo, grupos terroristas frustrados por la derrota decidieron apagar la alegría.
La madre de Keller recuerda lamentables momentos: ”Perdí a mi hijo el día quince de abril, ese fue el día del cacerolazo… Hemos vivido días de zozobra, de angustia, porque la perdida de mi hijo es imposible de olvidar”.
Aquellos grupos terroristas llamados a descargar la ira contra la mayoría que había votado por la opción revolucionaria dejaron 11 lamentables muertes de compatriotas revolucionarios en San Cristóbal.
“Pedimos justicia porque en verdad los que sufrimos somos el pueblo y eso no puede seguir pasando, que por culpa de unos que salen a decir que maten su arrechera por capricho de otros”, expresó la señora Garizabal.
Keller dejó a un pequeño de 3 años de edad que ahora junto a su madre y abuela crecerá con el valor y ejemplo de un padre valiente que amaba a su país.
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