Trabajadores de 85 empresas básicas recuperadas por el Estado venezolano instalaron este
lunes una serie de mesas de trabajo para exponer planes que permitan aumentar sus niveles
de producción, y avanzar hacia la construcción del nuevo modelo económico, que propone
la diversificación industrial como vía para superar el rentismo petrolero heredado de los Gobiernos de la IV República.
En esta jornada, denominada Encuentro Nacional de Trabajadores de las empresas
socialistas, básicas y recuperadas, que se desarrolló en la sede del Instituto Nacional de
Capacitación y Recreación de los Trabajadores (Incret), en Caracas, se discutieron líneas de
acción inmediatas en el área de hidrocarburos, petroquimicos, telecomunicaciones,
empaques, alfarería, cemento y medicamentos.
Las propuestas recogidas por los trabajadores y representantes sindicales serán plasmadas
en un documento que posteriormente será elevado al Ejecutivo Nacional.
El coordinador general de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST), Carlos
López, indicó que de este encuentro saldrán las metas exactas de producción de cada
empresa y se discutirá las posibilidades de exportación de aquellas industrias que estén en
capacidad de hacerlo.
Refirió que el objetivo de este encuentro "no es para proponer planes a largo plazo ni para
solicitar divisas", sino plantear acciones que permitan aumentar la producción con los
equipos y la capacidad instalada que posee cada empresa.
Destacó que el reto planteado para las industrias del acero y aluminio es lograr satisfacer la
demanda interna, para luego impulsar las exportaciones y generar nuevas fuentes de
divisas.
Por su parte, Alquimedes Hidalgo, trabajador de Aluminios del Caroní (Alcasa), adscrita a
la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), refirió que la fuerza laboral de esta empresa
se encuentra desarrollando un proyecto de instalación de maquinarias para la
transformación del aluminio.
"Vamos a tener la potencialidad no sólo de elevar nuestra producción, sino también para
lograr cambiar el modelo económico del país. Los trabajadores de la CVG estamos
comprometidos con el cambio del modelo económico", expresó en declaraciones a la prensa.
Sostuvo que la clase obrera quiere convertir a las empresas básicas de Guayana en grandes
transformadoras de materia prima para satisfacer las necesidades del pueblo y generar
nuevas fuentes de divisas. Adelantó que se están gestando inversiones importantes para el
sector.
Mientras, Rafael Polanco, miembro del sindicato nacional de Industrias Diana, señaló que
uno de los planes de la empresa es exportar aceite de girasol y de palma para traer nuevas
fuentes de ingreso.
Recordó que en el 2008, cuando la empresa fue adquirida, solo se producía 1,2 toneladas
litros de aceite al mes, cifra que aumentó a 7,5 toneladas litros.
En este contexto, Polanco acotó que una de las propuestas es distribuir los productos de
Industrias Diana de forma directa a las comunidades "para así colaborar con el
abastecimiento de este producto que es objeto del acaparamiento y la especulación".