Preguntas como estas me las estoy haciendo y creo que muchas
y muchos también se las harán, respuestas, cada quien tendrá las suyas, acompañadas
de sus respectivas reflexiones.
Chávez representa (hablo en presente porque el cómo idea y
ejemplo a seguir no morirá jamás) una esperanza hoy más que nunca para barrer
con un aparato político inadaptado y contrarrevolucionario enquistado en las
entrañas mismas de la gran mayoría de las organizaciones populares en la actualidad,
herencia del viejo estado burocrático, corrupto e inhumano con conductas
capitalistas de las elites criollas del pasado reciente que actualmente mantienen
y alientan las del presente, hoy, reprimen con su conducta los deseos de participación
y protagonismo del Pueblo excluyendo a las mayorías que claman por procesos
internos de transformación que repercutan en la vida diaria del venezolano.
Formas de organización diversas se han presentado como propuestas
para consolidar un Poder Popular, que a mi modo de ver no es tal, ya que el
mismo se encuentra secuestrado por las “nuevas
elites políticas” desde su origen, lo que lo limita en su pensamiento y acción.
El Comandante lo dice:”Debemos
transferir el Poder Político, Social, Económico,
Administrativo al Poder Comunal para que avancemos al verdadero Estado
Social-Comunal y salgamos de las viejas estructuras del estado capitalista burgués
que frena los impulsos revolucionarios y termina enterrándolos”.
Mi disposición siempre ha estado a construir y promover encuentros que alienten
la unidad bajo el ejemplo de la prédica y la practica gratificante de Hugo Chávez
,hoy ante la coyuntura y por la corriente de rebelión que debe estar en las venas
de todo revolucionario, debemos comenzar por reconocer que los errores de la burocracia,
la corrupción en algunas gestiones de gobierno, sumadas a la conducta errada de
nuevas “elites política y económicas” han afectado la credibilidad y confianza
del Pueblo en el Proceso Revolucionario. Necesitamos con urgencia reparar el
daño causado a este proceso socialmente político que nos hemos dado y que nos pertenece,
para hacerlo, debemos estar conscientes de la necesidad de transformar el poder
constituido y derrocar a las “nuevas elites”. Lo veo así. Debemos procurar que
el Congreso de la Patria no sea otro método de organización más que sirva a
esas “nuevas elites políticas” que hoy perturban la construcción socialista.Sus integrantes y voceros, no deben ser parte de lo que se quiere derrotar.
Para derrotar a las viejas
estructuras y a las nuevas contaminadas, así como a los practicantes del
burocratismo mas grosero y la corrupción galopante habrá que obligarlos a que
saquen sus manos enfermas del Congreso de la Patria. De lo contrario estaríamos
asistiendo a la replocamacion del burocratismo y a la consolidación de nuevas
elites con viejas prácticas políticas.
Creo que ante la coyuntura política debemos darle a los
partidos políticos de la revolución la majestad que les corresponde, en lugar
de insistir con el mantenimiento en cargos de dirección en su seno a burócratas y falsos lideres
contaminados de corrupción como conducta aprendida y heredada de la IV república
y acostumbrada a moverse entre anillos y cogollos de poder donde la inclusión es
la prédica pero la exclusión es la práctica diaria. Pidamos que renuncien a sus
cargos de dirección política (ARISTOBULO ISTURIZ ES UN EJEMPLO) y den paso a
una NUEVA GENERACION DE ORO EN LA POLITICA, evitemos que
nuestros partidos revolucionarios tengan esa vieja práctica de que quien gobierna
dirige y maneja el pensar y accionar de nuestras organizaciones políticas.
Si en verdad queremos un Congreso de la Patria aleccionador
y constructivo, debemos quitarnos las esposas contrarrevolucionarias que nos
impiden mover las manos liberadoras del pensamiento y el accionar revolucionario.
Luis A González U
C.I 4583931
Correo: ugal51@hotmail.com