Así lo expresó desde la plaza homónima al dirigente político asesinado por las manos opresoras de los gobiernos de la llamada democracia representativa, en la parroquia 23 de Enero, instantes previos a la gran movilización denominada “la marcha de los invictos” para conmemorar los acontecimientos de 1958, gesta heroica del pueblo que produjo la caída del régimen dictatorial de Marco Pérez Jiménez.
Destacó Rangel que la acción de Ojeda fue premonitoria de lo que posteriormente constituye la alianza del pueblo y la Fuerza Armada.
“El 23 de enero inicialmente fue precisamente esa alianza entre los sectores populares y los militares demócratas que existían en el seno del ejército de Pérez Jiménez (…), esa proyección de Fabricio Ojeda se concreta en lo que fue política fundamental de ese extraordinario gigante de la política venezolana, Hugo Chávez”.
TESTIGO DE EXCEPCIÓN
José Vicente Rangel detalló que pudo ver el cadáver del dirigente político tras su asesinato, en los calabozos del SIFA -Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas-, durante el gobierno de Raúl Leoni.
“Yo vi su cadáver y ante él juré continuar la defensa de lo que él representó y sigue representando. Debemos tener claro que Fabricio Ojeda no es leyenda ni mito, es ser viviente que camina por estas calles, que llena las plazas como ocurre en estos días”, sentenció.
NO VOLVERÁN
Rangel enfatizó que la demostración de la presencia del pueblo de Caracas tomando las calles un día como hoy constituye una respuesta a la oligarquía que pretende arrebatar las conquistas sociales.
“No volverán porque el pueblo lo impedirá, porque Fabricio Ojeda está presente y Hugo Chávez está presente. Es muy difícil derrotar al pueblo cuando el pueblo permanece unido. Esta es una demostración de que el pueblo está unido y del que el chavismo está vivito y coleando y nadie va a sacar al chavismo del poder, porque es la expresión de la Revolución Popular que encarnó el compañero Hugo Chávez Frías”.
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