Nueva York, septiembre 28 - El presidente de Cuba, Raúl Castro, reafirmó este lunes la solidaridad del Gobierno y del pueblo cubano con la República Bolivariana de Venezuela frente a los intentos de desestabilización que emprende la derecha nacional e internacional contra el proceso revolucionario, iniciado por Hugo Chávez Frías.
"Venezuela contará siempre con la solidaridad de Cuba frente a los intentos de desestabilizar y subvertir el ordenamiento constitucional y destruir la obra realizada por el compañero Hugo Chávez Frías, y continuada por el presidente Nicolás Maduro Moros a favor del pueblo venezolano", expresó el mandatario cubano durante su discurso en el debate general de la 70° Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se lleva a cabo en Nueva York, Estados Unidos.
Asimismo, Castro reafirmó la solidaridad de Cuba con la República de Ecuador y la Revolución Ciudadana, presidida por Rafael Correa, ante los intentos de golpe de Estado por parte de la derecha de ese país, "que se ha convertido en el blanco del mismo guión de desestabilización aplicado contra otros gobiernos progresistas de la región", dijo.
El mandatario cubano envió su respaldo a las naciones del caribe que "solicitan justas reparaciones de los horrores de la esclavitud y la trata de esclavos, sobre todo en un mundo en el que la discriminación racial y la represión de las comunidades afrodescendientes han ido en ascenso", al tiempo que ratificó la convicción de que el pueblo de Puerto Rico "merece ser libre e independiente".
También ratificó su respaldo al legitimo reclamo de la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas –Sandwich del Sur y Georgia del Sur–, así como también a la presidenta Dilma Rousseff y al pueblo de brasil "por la defensa de sus importantes logros sociales y de la estabilidad del país" suramericano.
Castro resaltó la labor de todas las naciones miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que en 2014 declararon a América Latina y el Caribe como una zona de paz, demostrando que "por encima de nuestras diferencias podemos avanzar hacia la unidad y la consecución de objetivos comunes en el marco de nuestra diversidad".
"En la proclama el compromiso inquebrantable de los principios de la carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional de resolver las diferencias de forma pacifica, así como la convicción de que el pleno respeto del derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultura constituye una condición esencial para asegurar una convivencia pacífica entre las naciones", expresó.
Castro rechazó la intención de extender la presencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hasta las fronteras de Rusia y la imposición de sanciones unilaterales e injustas contra esa nación.
Manifestó su confianza en que el pueblo sirio pueda resolver por sí mismo sus diferencias, demandó de esta manera la injerencia externa así como "una solución justa y duradera al conflicto del Medio Oriente que sigue inexorablemente el ejercicio real del derecho inalienable del pueblo palestino a construir su propio Estado dentro de las fronteras anteriores a 1967, y con su capital en Jerusalén oriental lo que enérgicamente apoyamos", resaltó el mandatario de la nación caribeña.
Además, instó a la Unión Europea a "asumir de manera plena e inmediata sus responsabilidades con la crisis humanitaria que ayudó a generar", evidenciada en las oleadas migratorias que "constituyen una consecuencia directa de las acciones de desestabilización que la OTAN promovió y ejecuta en países de Medio Oriente y África del Norte, y del subdesarrollo y la pobreza imperante en países del continente africano".
"Venezuela contará siempre con la solidaridad de Cuba frente a los intentos de desestabilizar y subvertir el ordenamiento constitucional y destruir la obra realizada por el compañero Hugo Chávez Frías, y continuada por el presidente Nicolás Maduro Moros a favor del pueblo venezolano", expresó el mandatario cubano durante su discurso en el debate general de la 70° Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se lleva a cabo en Nueva York, Estados Unidos.
Asimismo, Castro reafirmó la solidaridad de Cuba con la República de Ecuador y la Revolución Ciudadana, presidida por Rafael Correa, ante los intentos de golpe de Estado por parte de la derecha de ese país, "que se ha convertido en el blanco del mismo guión de desestabilización aplicado contra otros gobiernos progresistas de la región", dijo.
El mandatario cubano envió su respaldo a las naciones del caribe que "solicitan justas reparaciones de los horrores de la esclavitud y la trata de esclavos, sobre todo en un mundo en el que la discriminación racial y la represión de las comunidades afrodescendientes han ido en ascenso", al tiempo que ratificó la convicción de que el pueblo de Puerto Rico "merece ser libre e independiente".
También ratificó su respaldo al legitimo reclamo de la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas –Sandwich del Sur y Georgia del Sur–, así como también a la presidenta Dilma Rousseff y al pueblo de brasil "por la defensa de sus importantes logros sociales y de la estabilidad del país" suramericano.
Castro resaltó la labor de todas las naciones miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que en 2014 declararon a América Latina y el Caribe como una zona de paz, demostrando que "por encima de nuestras diferencias podemos avanzar hacia la unidad y la consecución de objetivos comunes en el marco de nuestra diversidad".
"En la proclama el compromiso inquebrantable de los principios de la carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional de resolver las diferencias de forma pacifica, así como la convicción de que el pleno respeto del derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultura constituye una condición esencial para asegurar una convivencia pacífica entre las naciones", expresó.
Castro rechazó la intención de extender la presencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hasta las fronteras de Rusia y la imposición de sanciones unilaterales e injustas contra esa nación.
Manifestó su confianza en que el pueblo sirio pueda resolver por sí mismo sus diferencias, demandó de esta manera la injerencia externa así como "una solución justa y duradera al conflicto del Medio Oriente que sigue inexorablemente el ejercicio real del derecho inalienable del pueblo palestino a construir su propio Estado dentro de las fronteras anteriores a 1967, y con su capital en Jerusalén oriental lo que enérgicamente apoyamos", resaltó el mandatario de la nación caribeña.
Además, instó a la Unión Europea a "asumir de manera plena e inmediata sus responsabilidades con la crisis humanitaria que ayudó a generar", evidenciada en las oleadas migratorias que "constituyen una consecuencia directa de las acciones de desestabilización que la OTAN promovió y ejecuta en países de Medio Oriente y África del Norte, y del subdesarrollo y la pobreza imperante en países del continente africano".
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