Lejos está la campaña electoral de la algarabía y despliegue multicolor características de las jornadas previas a elecciones venezolanas.
La oposición, que debe apelar a los votantes descontentos que buscan un referente, no ha logrado elaborar un discurso cohesionado para asumir este rol.
Según el último estudio de Monitor País, contra el pronóstico inicial “el chavismo ha venido creciendo de manera constante desde hace un mes”, a pesar de la precaria situación económica y la campaña de descrédito contra sus dirigentes.
En cambio, el crecimiento de la oposición “se ha estancado en el voto nacional” pero aún mantiene un importante respaldo, suficiente para obtener una victoria en los circuitos más cerrados.
No obstante, esta situación ha generado exceso de confianza en algunas zonas, donde no se hace la suficiente para informar a los electores sobre cómo y por quién votar.
El tarjetón es amplio y la oposición en torno a la Mesa de la Unidad Democrática -que apenas tiene una tarjeta-, puede ser susceptible a la confusión o enviar votos opositores a otras toldas políticas.
Sumado a ello, la idea de que la tendencia de voto nacional es un fotografía precisa de cómo quedará la Asamblea Nacional puede ser una apreciación poco acertada.
“La correlación de fuerzas electoral es distinta si se observa como una votación nacional o como lo que realmente es, unos comicios por circuitos, donde las circunstancias locales tienen un peso específico”, dice el análisis.
Por otra parte, el Partido Socialista Unido de Venezuela está ensayando la movilización para el 6 de diciembre. Este domingo se realizó una segunda jornada de simulación del 1×10.
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Esto permitirá motivar a sus simpatizantes ante la necesidad de no perder la mayoría en la Asamblea.
Sin embargo esta situación puede prestarse a coacciones si se fuerza la barra en el uso de la maquinaria.
Una mirada más amplia del poco despliegue en la campaña puede que tenga un objetivo: solo movilizar al chavismo (y no convencer a los independientes o Ninis).
El estudio de Monitor País revela que “en 22 circuitos, la diferencia electoral entre el Chavismo y la Oposición está entre 6% y 3%, mientras un 10% promedio responde que votará a favor de candidatos independientes”.
Esto quiere decir que mientras los independientes consideren ir a votar, la tendencia es que lo harán en mayor proporción por la oposición, por eso la campaña del chavismo está enfocada en sus simpatizantes.
Unidad, lealtad, no perder lo logros sociales, las misiones, los derechos, entre otros. Buscan motivar a sus seguidores, y no se preocupan por conseguir a nuevos votantes.
A menos de dos semanas para las elecciones, se presagia un cierre en la brecha que deja abierto los resultados finales.