En primer término que es una guerra económica acometida contra el gobierno bolivariano para obtener beneficios electorales a costa de causarle penurias a la gente, por lo tanto, es una guerra contra el pueblo. Una estupidez sería pensar que al gobierno le interesa el caos.
Imagínense ustedes si el gobierno revolucionario, a pesar de las colas, no estuviese día a día atendiendo a la población en sus necesidades básicas. Imagínense ustedes si la producción y distribución de alimentos y otros insumos, estuviese en manos exclusivamente de la burguesía. Si a la empresa privada no se obligase, mediante la ley, a comercializar a precio justo. ¿O es que usted piensa que cuando se expende algún artículo de sus industrias a precio justo es porque ellos lo desean? El colmo también sería pensar, agrediéndote a ti mismo, que cuando venden a precio justo, ellos están perdiendo. Bueno, esta guerra también nos indica que en lo cultural seguimos siendo capitalistas.
Esta guerra también evidencia que los pobres no tenemos ni producimos nada, que tan sólo hemos sido los obreros y campesinos que han trabajado para sus fábricas y tierras. Nosotros ponemos la fuerza de trabajo y ellos los medios de producción y por tanto el producto de nuestro trabajo no nos pertenece, es decir, nos lo arrebatan.
Esto implica que una premisa fundamental del socialismo como la propiedad social no se ha cumplido a cabalidad y que en el terreno agroalimentario aun no somos soberanos ni autosuficientes. Es un error que tenemos que corregir, pues ¿usted cree que si en sus manos estuviera van a propiciar la propiedad social y alimentos a precios justos? Ellos para vender a precio justo, el estado los tiene que obligar, calcula tú si tuvieran el control total. Es más, esta guerra es porque temen competir con otras empresas que obtengan las ganancias legales y el artículo llegue al consumidor a precios accesibles, pues claro, ellos están acostumbrados a los monopolios, por eso sabotean. Pero si la revolución se consolida, y en eso está decidido el Presidente Nicolás Maduro, tendrán que conformarse con ser ricos sin especular cuando al fin se establezca un sistema productivo plural y una red distributiva variada y no que todo dependa exclusivamente de ellos. Allí si van a tener que comprar alpargatas nuevas porque lo que viene es joropo.
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