El expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, que fue trasladado este viernes a la policía para prestar declaraciones por el fraude a Petrobras, aseguró que no debe nada a nadie y no teme a la justicia.
"Si querían escucharme solo tenían que llamarme que yo iba, porque no debo y no temo" a la justicia, dijo Lula en la sede del Instituto que lleva su nombre en Sao Paulo.
“Mi indignación es por el hecho que a las 6:00 de la mañana llegaran a mi casa(...) podían haberme enviar un comunicado, yo no tenía ningún problema, pero yo sentirme prisionero como me sentí esta mañana, no tiene sentido(...) quisiera que encontraran un real que estuviera en mi contra ”, afirmó.
Indicó que “todos los presidentes tienen sus empresas y negocios, pero no se fijan en los demás, en el que se fijan es en mí(...) si piensan que alguien que sale de la presidencia se queda ahí no, yo fui un presidente que trabajó mucho(...) estos son asuntos del dominio de todo el público”.
“Yo no voy a bajar la cabeza(...) pueden hacer muchas cosas porque a partir de la semana que viene me inviten que estaré dispuesto a ir por todo el país a dar todas las conferencias que se pueda(...) no quiero ver a este país como parte del espectáculo mediático(...) están haciendo todo esto para que tengamos miedo”, destacó.
“Estoy indignado por lo que hicieron conmigo, con mi familia y mis compañeros(...) yo creo que merecía más respeto de este país(...) quiero que sepan que yo escapé de morir de hambre antes de los cinco años(...) no me quedaré dolido, lo que tengo que hacer es levantar la cabeza(...) el PT está ahora cabizbajo y lo que tenemos que hacer es levantar cabeza(...) vamos a comenzar de nuevo”, expresó el expresidente.
Afirmó que tuvo un trato cortés por parte del oficial.
La policía brasileña allanó este viernes la casa del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva en el marco de la investigación del megafraude a la estatal Petrobras, informó el diario O Globo citando a la policía.
La policía federal confirmó a la AFP que lanzó un procedimiento de búsqueda de documentación en tres estados, incluido Sao Paulo, donde vive el exmandatario, pero declinó comentar si Lula estaba involucrado o si sería llevado a declarar coercitivamente como reportaron varios medios.
"Cerca de 200 policías federales y 30 auditores del ente de recaudación cumplen 44 mandatos judiciales, siendo 33 de búsqueda y aprehensión y 11 de conducción coercitiva en los siguientes estados: Rio de Janeiro, Sao Paulo y Bahia", señaló el comunicado de la policía