01 Mar. 2015.- Al igual que en 2003, la oposición repetirá la fórmula de recoger firmas para validar el camino al golpismo, esta vez con el documento denominado "Acuerdo nacional para la transición", publicado el pasado 11 de febrero y firmado por María Machado, Leopoldo López y Antonio Ledezma, como punto de partida para el desarrollo del intento de golpe Estado desarticulado por el Gobierno nacional.
Hace 12 años, la coalición de los partidos de la derecha, agrupados en la extinta Coordinadora Democrática, convocaron a una recolección de firmas después de participar en el fallido golpe de Estado en abril de 2002 contra el Comandante Hugo Chávez.
El objetivo de la derecha fue recabar firmas para activar un posible referendo constitucional, que aunque previsto en la constitución, retomaba el camino golpista de 2002 derrotado por la mayoría del pueblo.
En ese entonces, López (uno de actuales firmantes del documento) fue hasta el Consejo Nacional Electoral en una marcha, presentada como "heroica" por los medios comerciales, para entregar las rúbricas, en su mayoría inválidas o pertenecientes a personas que no estaban inscritas en el Registro Electoral.
Se trataba de un plan, que pretendía utilizar una fachada legal, como la figura constitucional del referendo consultivo, para una "salida legal" del Comandante Chávez electo democráticamente como presidencia de la República en 1998 y relegitimado en las megaleeciones de 2000.
Hoy reinciden por el mismo camino. Ante la frustración por las consecutivas derrotas electorales (18 de 19 procesos comiciales en los últimos 15 años) y el apoyo irrestricto del pueblo a la Revolución Bolivariana, Machado, otra véz López y Ledezma retoman la vieja propuesta de la Coordinadora Democrática.
Machado, firmante del decreto golpista de 2002 que disolvió todos los poderes públicos y democráticos del país, convocó a una cruzada para recoger firmas en apoyo al documento del plan golpista. Copei se adhirió de inmediato, lo mismo hicieron los partidos derechistas Alianza Bravo Pueblo y Voluntad Popular, éste último promotor de las acciones de terrorismo y violencia que causó la muerte de 43 venezolanos en el 2014.
Como en el 2003, la oposición intenta demostrarle a la comunidad internacional que "somos miles, millones", según dijo Machado el pasado 24 de febrero, aunque hasta ahora sólo 33 mil personas (de las más de 19 millones que integran el padrón electores) han firmando el apoyo al plan para atentar contra la paz y del orden interno del país, de acuerdo a sus propias cuentas publicadas en la página del movimiento Vente Venezuela, que coordina la misma Machado.
La oposición, aglutinada en la MUD, viene de fracasar en el último proceso electoral, cuando en diciembre de 2013 plantearon al país convertir las elecciones de alcaldes en un plebiscito contra el mandato legítimo del Presidente Nicolás Maduro, electo por la mayoría del pueblo en abril de 2013.
El chavismo, con más del 70% de las alcaldías ganadas, demostró su firme intención de continuar el camino de la Revolución Bolivariana, con Nicolás Maduro al frente.
Algo similar ocurrió en el 2004. Después que la oposición intentó "validar" el golpe de Estado de 2002 recogiendo firmas en el 2003, el 15 de agosto de 2004 ya en un referendo revocatorio la mayoría del pueblo volvió a demostrar con votos su apoyo al proceso bolivariano: la opción del "No", que implicaba no revocar el mandato de Hugo Chávez, se impuso sobre el "Sí" con un total de 5.800.629 votos (59,1%).
Hace 12 años, la coalición de los partidos de la derecha, agrupados en la extinta Coordinadora Democrática, convocaron a una recolección de firmas después de participar en el fallido golpe de Estado en abril de 2002 contra el Comandante Hugo Chávez.
El objetivo de la derecha fue recabar firmas para activar un posible referendo constitucional, que aunque previsto en la constitución, retomaba el camino golpista de 2002 derrotado por la mayoría del pueblo.
En ese entonces, López (uno de actuales firmantes del documento) fue hasta el Consejo Nacional Electoral en una marcha, presentada como "heroica" por los medios comerciales, para entregar las rúbricas, en su mayoría inválidas o pertenecientes a personas que no estaban inscritas en el Registro Electoral.
Se trataba de un plan, que pretendía utilizar una fachada legal, como la figura constitucional del referendo consultivo, para una "salida legal" del Comandante Chávez electo democráticamente como presidencia de la República en 1998 y relegitimado en las megaleeciones de 2000.
Hoy reinciden por el mismo camino. Ante la frustración por las consecutivas derrotas electorales (18 de 19 procesos comiciales en los últimos 15 años) y el apoyo irrestricto del pueblo a la Revolución Bolivariana, Machado, otra véz López y Ledezma retoman la vieja propuesta de la Coordinadora Democrática.
Machado, firmante del decreto golpista de 2002 que disolvió todos los poderes públicos y democráticos del país, convocó a una cruzada para recoger firmas en apoyo al documento del plan golpista. Copei se adhirió de inmediato, lo mismo hicieron los partidos derechistas Alianza Bravo Pueblo y Voluntad Popular, éste último promotor de las acciones de terrorismo y violencia que causó la muerte de 43 venezolanos en el 2014.
Como en el 2003, la oposición intenta demostrarle a la comunidad internacional que "somos miles, millones", según dijo Machado el pasado 24 de febrero, aunque hasta ahora sólo 33 mil personas (de las más de 19 millones que integran el padrón electores) han firmando el apoyo al plan para atentar contra la paz y del orden interno del país, de acuerdo a sus propias cuentas publicadas en la página del movimiento Vente Venezuela, que coordina la misma Machado.
La oposición, aglutinada en la MUD, viene de fracasar en el último proceso electoral, cuando en diciembre de 2013 plantearon al país convertir las elecciones de alcaldes en un plebiscito contra el mandato legítimo del Presidente Nicolás Maduro, electo por la mayoría del pueblo en abril de 2013.
El chavismo, con más del 70% de las alcaldías ganadas, demostró su firme intención de continuar el camino de la Revolución Bolivariana, con Nicolás Maduro al frente.
Algo similar ocurrió en el 2004. Después que la oposición intentó "validar" el golpe de Estado de 2002 recogiendo firmas en el 2003, el 15 de agosto de 2004 ya en un referendo revocatorio la mayoría del pueblo volvió a demostrar con votos su apoyo al proceso bolivariano: la opción del "No", que implicaba no revocar el mandato de Hugo Chávez, se impuso sobre el "Sí" con un total de 5.800.629 votos (59,1%).
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