¡Si me han de matar mañana, que me maten de una vez!! Acabamos de
aprobar la ley de amnistía en su primera discusión, y aquella vaina no
tiene perdón de nadie. ¡Qué manera tan fácil de meternos en un peo! Allí
pedimos la libertad hasta del asesino de Juancho Gómez, que nunca se
supo quién fue. Una vaina tan mal escrita, tanto gramaticalmente como
jurídicamente, que parece la continuación del Decreto Carmona y el
considerando. No hay que olvidar que cuando le llevaron ese Decreto
Carmona a Jorge Olavarría, el hombre lo leyó y dijo: "Esto es una
mierda". Lo mismo diría ahora, con más fuerza, si hubiese leído ese
mamotreto que está hecho con tijeretazos. Pedimos en esa vaina hasta la
libertad de narcotraficantes, tanto así, que un jodedor dijo por allí
que los abogados del Chapo, en México, llamaron preguntando si esa ley
se podía aplicar allá. Coño, es que no tenemos la más mínima vergüenza.
Con el discurso de Nacho pasamos una pena del carajo, porque claro, qué tiene que ver ese muchacho con los acontecimientos históricos por los que decretaron ese día de la juventud, un carajo, pero eso no importa, para nosotros lo más importante es hacer arrechar al chavismo, y se arrecharon, pero nos estamos olvidando de que hay un pueblo allí que votó por nosotros, y nosotros no le estamos parando la más mínima bola, esa gente esperaba que uno se pusiera a legislar para acabar con las colas, el desabastecimiento, la inseguridad, es decir, apoyar al gobierno en encontrar una medida que nos permitiera vivir mejor, pero ni de vaina, ni pendejos que fuéramos, así el gobierno no se va a ir nunca, y Maduro va a pasar allí mucho más de los seis meses que ya le contó Ramos -Espoleta- Allup. Es decir, ese discurso chimbo, o sea, chimborazo, de Nacho, se pasa, pero lo que no se pasa es este adefesio de la ley de amnistía, es una vaina que da pena, penita, pena.
Además, es que creemos que la gente es bien pendeja, hablamos a todo gañote que la ley es para la reconciliación nacional, qué bolas, y cuando los familiares de las 43 víctimas de las guarimbas y La Salida, o como lo llamen los chavistas, cuando quisieron entrar a la Asamblea, Ramos – Espoleta- Allup los sacó como si fueran una copia del retrato de Bolívar. Y para más reconciliación nacional, le dijo a Diosdado Cabello que estaba muerto. Carajo, es que, como decía mi abuela en Margarita, tenemos cabeza pa piojos, nada más.
El papá de Margot estuvo viendo la discusión de la ley de amnistía por televisión, y cuando vio hablar a Diosdado Cabello, de repente se puso de pie y aplaudió, pero volvió a su silla, y dijo: "Carajo, cómo lo estarán haciendo de mal mi gente, que yo estoy aplaudiendo a este hombre" Y se paró y se fue al cuarto y retumbó en la sala aquel coñazo que le metió a la puerta del cuarto. Y en la televisión Ramos – Espoleta- Allup que estaba hablando, de repente se le fue la voz.
Con el discurso de Nacho pasamos una pena del carajo, porque claro, qué tiene que ver ese muchacho con los acontecimientos históricos por los que decretaron ese día de la juventud, un carajo, pero eso no importa, para nosotros lo más importante es hacer arrechar al chavismo, y se arrecharon, pero nos estamos olvidando de que hay un pueblo allí que votó por nosotros, y nosotros no le estamos parando la más mínima bola, esa gente esperaba que uno se pusiera a legislar para acabar con las colas, el desabastecimiento, la inseguridad, es decir, apoyar al gobierno en encontrar una medida que nos permitiera vivir mejor, pero ni de vaina, ni pendejos que fuéramos, así el gobierno no se va a ir nunca, y Maduro va a pasar allí mucho más de los seis meses que ya le contó Ramos -Espoleta- Allup. Es decir, ese discurso chimbo, o sea, chimborazo, de Nacho, se pasa, pero lo que no se pasa es este adefesio de la ley de amnistía, es una vaina que da pena, penita, pena.
Además, es que creemos que la gente es bien pendeja, hablamos a todo gañote que la ley es para la reconciliación nacional, qué bolas, y cuando los familiares de las 43 víctimas de las guarimbas y La Salida, o como lo llamen los chavistas, cuando quisieron entrar a la Asamblea, Ramos – Espoleta- Allup los sacó como si fueran una copia del retrato de Bolívar. Y para más reconciliación nacional, le dijo a Diosdado Cabello que estaba muerto. Carajo, es que, como decía mi abuela en Margarita, tenemos cabeza pa piojos, nada más.
El papá de Margot estuvo viendo la discusión de la ley de amnistía por televisión, y cuando vio hablar a Diosdado Cabello, de repente se puso de pie y aplaudió, pero volvió a su silla, y dijo: "Carajo, cómo lo estarán haciendo de mal mi gente, que yo estoy aplaudiendo a este hombre" Y se paró y se fue al cuarto y retumbó en la sala aquel coñazo que le metió a la puerta del cuarto. Y en la televisión Ramos – Espoleta- Allup que estaba hablando, de repente se le fue la voz.
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El día que la mataron, Rosita estaba de suerte.- Me canta Margot