Un 27 de febrero de 1989 el pueblo de Venezuela despertó ante la agonía moral en la que vivía frente a las medidas neoliberales del "paquete económico" del gobierno de Carlos Andrés Pérez. Desde ese día han pasado 26 años y mientras salían a las calles a clamar justicia, miles de venezolanos fueron masacrados a manos de las fuerzas de represión de los órganos de seguridad del Estado.
En medio de esa violación de los derechos humanos, no hubo ningún pronunciamiento ni condena de organismos internacionales, entre los cuales figura la Organización de Estados Americanos (OEA). Ante los ojos del mundo, en Venezuela no ocurría ningún hecho irregular.
El Comandante Hugo Chávez, tras participar en un acto en Caracas para conmemorar los 22 años del Caracazo, detalló que en esos días de rebelión popular contra el neoliberalismo "toda esa semana fue de masacre y ahí no hubo ningún Naciones Unidas, no hubo ningún OEA que se pronunciara contra esa masacre. Todo lo contrario, apoyaron aquel gobierno porque era un gobierno títere del imperio norteamericano".
Al término de los años 80, los organismos internacionales callaban frente a las gobiernos neoliberales. Venezuela no fue la excepción. Si la OEA no emitió ningún pronunciamiento al respecto, a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (Corte-IDH) le llevó 10 años reconocer la masacre El Caracazo.
A diferencia de los que ocurrió hace ya 26 años, en la actualidad el secretario general de este organismo, José Miguel Insulza, ha sido partícipe político en los procesos internos de Venezuela, al punto de solicitar la liberación los procesados por la justicia por estar involucrados en los hechos violentos del año 2014, los cuales dejaron 43 personas fallecidas y más de 800 heridos.
Por esos hechos violentos de 2014, promovidos por la ultraderecha, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) puso de inmediato su atención en el país, condenando la labor de las autoridades para mantener la paz y el orden democrático y victimizando en el mundo a los causantes de la violencia y el terrorismo.
El presidente de la República, Nicolás Maduro, subrayó la necesidad de acabar con el sistema de impunidad oligárquica internacional, ante las continuas agresiones del imperio norteamericano contra Venezuela.
Durante el programa semanal En Contacto con Maduro, del pasado 24 de febrero de 2015, indicó que el país está acabando con el referido sistema de impunidad con la verdad y justicia.
Recordó que Venezuela ha elevado ante instancias internacionales, como la OEA, diversas denuncias sobre violaciones a derechos humanos, ataques y agresiones por parte de la derecha nacional e internacional sin obtener respuestas.
"Es el sistema de complicidad oligárquica, de impunidad oligárquica internacional, y nosotros tenemos que derribar ese sistema y lo estamos derribando con valentía, con coraje, con la verdad, con la justicia", expuso el Mandatario.
En medio de esa violación de los derechos humanos, no hubo ningún pronunciamiento ni condena de organismos internacionales, entre los cuales figura la Organización de Estados Americanos (OEA). Ante los ojos del mundo, en Venezuela no ocurría ningún hecho irregular.
El Comandante Hugo Chávez, tras participar en un acto en Caracas para conmemorar los 22 años del Caracazo, detalló que en esos días de rebelión popular contra el neoliberalismo "toda esa semana fue de masacre y ahí no hubo ningún Naciones Unidas, no hubo ningún OEA que se pronunciara contra esa masacre. Todo lo contrario, apoyaron aquel gobierno porque era un gobierno títere del imperio norteamericano".
Al término de los años 80, los organismos internacionales callaban frente a las gobiernos neoliberales. Venezuela no fue la excepción. Si la OEA no emitió ningún pronunciamiento al respecto, a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (Corte-IDH) le llevó 10 años reconocer la masacre El Caracazo.
A diferencia de los que ocurrió hace ya 26 años, en la actualidad el secretario general de este organismo, José Miguel Insulza, ha sido partícipe político en los procesos internos de Venezuela, al punto de solicitar la liberación los procesados por la justicia por estar involucrados en los hechos violentos del año 2014, los cuales dejaron 43 personas fallecidas y más de 800 heridos.
Por esos hechos violentos de 2014, promovidos por la ultraderecha, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) puso de inmediato su atención en el país, condenando la labor de las autoridades para mantener la paz y el orden democrático y victimizando en el mundo a los causantes de la violencia y el terrorismo.
El presidente de la República, Nicolás Maduro, subrayó la necesidad de acabar con el sistema de impunidad oligárquica internacional, ante las continuas agresiones del imperio norteamericano contra Venezuela.
Durante el programa semanal En Contacto con Maduro, del pasado 24 de febrero de 2015, indicó que el país está acabando con el referido sistema de impunidad con la verdad y justicia.
Recordó que Venezuela ha elevado ante instancias internacionales, como la OEA, diversas denuncias sobre violaciones a derechos humanos, ataques y agresiones por parte de la derecha nacional e internacional sin obtener respuestas.
"Es el sistema de complicidad oligárquica, de impunidad oligárquica internacional, y nosotros tenemos que derribar ese sistema y lo estamos derribando con valentía, con coraje, con la verdad, con la justicia", expuso el Mandatario.
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