Bien deschavetados y
desesperados están los norteamericanos con derecho al voto, al mantener a
Donald Trump a la cabeza de sus preferencias para las elecciones presidenciales
del año 2016.
A pesar de la patanería y lo burdo de este personaje carnavalesco, se mantiene arriba en todas las encuestas y es la comidilla de toda la prensa mundial, más por sus disparates y controversias, que por la presentación de un programa de gobierno serio y respetable. Para molestia de todo el mundo, cada vez que Trump abre la boca se hunde en declaraciones xenofóbicas, racistas y reaccionarias. Ya ha dejado en el camino a varios asesores electorales. Sin embargo, por su discurso altamente reaccionario es un digno candidato de la extrema derecha norteamericana.
A pesar de la patanería y lo burdo de este personaje carnavalesco, se mantiene arriba en todas las encuestas y es la comidilla de toda la prensa mundial, más por sus disparates y controversias, que por la presentación de un programa de gobierno serio y respetable. Para molestia de todo el mundo, cada vez que Trump abre la boca se hunde en declaraciones xenofóbicas, racistas y reaccionarias. Ya ha dejado en el camino a varios asesores electorales. Sin embargo, por su discurso altamente reaccionario es un digno candidato de la extrema derecha norteamericana.
Trump, con su porte de
realeza europea añejada y su pronunciado bisoñé ha estado liderando las
encuestas para las Primarias Republicanas desde el mismo primer día de las
postulaciones. Este excéntrico millonario está superando a tiburones como el exgobernador
de Florida, Jeb Bush y al gobernador de Wisconsin, Scott Walker. Incluso ha puesto
a pasar pena al inefable senador de Florida, Marco Rubio (enemigo declarado de
Venezuela), que se encuentra varado en el subsuelo de las encuestas, sin ningún
tipo de apoyo en las preferencias del electorado.
¿De dónde salió este loco?
Trump no es cualquier
candidato. Es un empresario multimillonario, proveniente del sector de las Bienes
Raíces, especialista en el desarrollo de megaproyectos inmobiliarios. Estudió
en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania. Entre sus
propiedades destacan (todos con su nombre, humildemente): la Trump World Tower,
Trump Hotel Las Vegas, Trump Ocean Club International Hotel & Tower, la
serie de hoteles Trump International Tower & Hotel en Honolulu, Chicago, Toronto,
Tampa y Dubái. Igualmente administra propiedades en Panamá, Brasil y el Caribe.
En su lado fashion, desde el
año 2005, dirige el Reality Show El
Aprendiz. También es dueño de la franquicia del Miss Universo, Miss Estados
Unidos y Miss Estados Unidos Teenager.
Trump posee varias docenas
de empresas y consorcios; y su fortuna se estima superior a los 4.000 millones
de dólares.
Por la boca muere el pez
A pesar de todos sus
millones haciéndole peso en el bolsillo, Trump se ha entrampado en un sinfín de
disparatadas y ofensivas declaraciones, generando grandes controversias desde
el mismo momento de anunciar sus aspiraciones presidenciales. Entre sus frases
e ideas, dignas del anecdotario de la antipolítica, tenemos:
·
Sobre México y el tema de la inmigración se
ha empecinado en emitir comentarios despectivos y negativos hacia este país y su
población, calificándolos como “corruptos,
delincuentes y violadores”. Luego añadió los siguientes dardos fascistas,
recordando el oprobioso muro de la vergüenza con que Israel oprime y confina al
pueblo palestino: “Voy a decirles, México,
esto no va a continuar así, vas a pagar por ese muro, y ellos pagarán por el
muro”. También dijo que “ellos están
haciendo una fortuna, México está haciendo una fortuna a expensas de Estados
Unidos, se están convirtiendo en una nueva China en cuanto a sus tratados de
comercio exterior, nos están matando en la frontera”. En cuanto al tema de
la inmigración utilizó el despectivo término anchor babies (bebés ancla)
para criticar la política migratoria de otorgar la nacionalidad norteamericana
a los hijos de indocumentados que nacen en Estados Unidos. Estas xenofóbicas declaraciones
han causado el repudio de la comunidad latinoamericana y diversos artistas,
empresas y medios, como Univisión y Televisa, se han negado a seguir trabajando
con el excéntrico y desquiciado precandidato.
·
Trump también recibió el fuerte repudio de
los Veteranos y militares norteamericanos debido a su cuestionamiento sobre el
senador Republicano John McCain, quien fue prisionero de guerra durante 5 años
en la guerra de Vietnam. Sin tino alguno Trump señaló: “Él no es un héroe de guerra”. “Es
un héroe de guerra porque fue capturado”… "Me gusta la gente que no fue capturada”.
·
Cual misógino, a Trump le dio por agredir a
la presentadora de Fox News, Megyn Kelly, diciendo que tenía “sangre saliéndole de los ojos, sangre
saliéndole por todos lados”, esto luego del primer debate presidencial del
Partido Republicano donde le cuestionaron sus controversiales declaraciones
sobre su política migratoria y sus ataques contra la población mexicana.
·
Lanzando dardos venenosos a diestra y
siniestra también señaló que: “La gente
está cansada de estos políticos incompetentes en Washington que son incapaces
de hacer nada”. Aludiendo no solo a los políticos Demócratas, sino atacando
también a sus propios compañeros Republicanos.
·
Con total desvergüenza a Trump también le dio
por negar el fenómeno del cambio climático (como consecuencia de las acciones
producidas por el hombre). Trump sostiene con ironía que el calentamiento global
es un “engaño”, casi que un invento
de los chinos.
·
Antes de que se realicen las elecciones Primarias
Republicanas ya ha sugerido que si no sale favorecido por los votantes, igual
se presentará como “representante de un
tercer partido”.
·
La última de Trump ha sido agredir y expulsar
al periodista de Univisión Jorge Ramos (de origen mexicano) de una de sus
ruedas de prensa. Ante las cámaras de todo el mundo le dijo iracundo y sin
vacilar: “Siéntese, no le he dado la
palabra. Vuélvase a Univisión”. Inmediatamente ordenó a su equipo de
seguridad que expulsara al periodista de la sala, ante las miradas atónitas de
varios medios de comunicación. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ni se
dio por enterada y el suceso fue minimizado por los grandes medios. Total, a
los magnates y ricachones ni con el pétalo de una rosa. No podemos ni
imaginamos la forma como manejará Trump la libertad de expresión, si llegase a
ser presidente de Estados Unidos. Dios libre a los periodistas de esta
pesadilla.
Hasta el mismísimo Barack
Obama se ha puesto el pañuelo en la nariz ante los disparates y ocurrencias de
Trump, calificándolos de intolerables y diciendo que esto es “una cultura que no conduce a una mejor
política ni a buenas políticas”. “Los
estadounidenses se merecen algo mejor”. Casi nada. Remata diciendo que “No es el tipo de liderazgo que América
necesita ahora mismo y no creo que sea lo que nadie, demócrata, republicano o
independiente esté buscando”.
Esto ni perturba ni intimida
al ricachón y bravucón de Trump, el cual ni siquiera necesita hacer las fastuosas
colectas que acostumbran organizar los candidatos para financiar la campaña
electoral. Sin embargo, Trump señaló que “Aceptaría
grandes contribuciones siempre que no esperen nada. Porque la única gente que
puede esperar algo de mí va a ser la gente que quiere ver nuestro país ser
grande de nuevo”. Olvidó mencionar su recurrente ambivalencia, ya que en todas
las campañas electorales de los últimos veinte años, le ha dado por financiar
indistintamente y a conveniencia a candidatos tanto del partido Republicano
como del Demócrata. Asando dos pájaros de un solo tiro. Por si acaso.
Trump es especialista en
este tema de generar locas controversias. Ya en el año 2011, se puso
impertinente al poner en duda la nacionalidad norteamericana del propio presidente
Obama y más tarde también criticó sus capacidades profesionales cuestionando
sus notas en la Harvard Law School.
¿Qué podemos esperar?
Trump es parte del partido Republicano.
Si llega a ser su candidato, estará atrapado por su base ideológica, la cual
está estrechamente ligada al conservadurismo y al liberalismo. Flamante defensora,
a capa y espada, del libre mercado, siendo enemiga de la intervención del
Estado y del gasto público. Su ala más conservadora incluso defiende a rabiar la
pena de muerte.
En la actualidad los
Republicanos poseen mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el
Senado de los Estados Unidos, haciéndole la vida imposible al presidente Obama,
bloqueándole sus principales proyectos y propuestas. Los Republicanos están mayoritariamente
integrados por los recordados WASP (Blancos Anglo-Sajones y Protestantes), lugar
donde encaja perfectamente Trump.
Entre las joyas que han sido
presidentes Republicanos tenemos a Ronald Reagan (1981-1989), George Bush
(1989-1993) y George Bush Hijo (2001-2009), responsables, entre otras
atrocidades, de la invasión a Panamá, la invasión de Grenada, el financiamiento
a los Contras en Nicaragua y las guerras de Afganistán e Irak.
Informamos desde la cabina
de control que en The Donald Trump Show las parodias y parlanchinerias continuarán
de manera indefinida durante toda la campaña presidencial. Nada serio sobre
esta tierra. Sin embargo, en el supuesto
negado de que el loco de Trump acceda a la presidencia de Estado Unidos, el
país más armado y sanguinario del mundo (maletín nuclear incluido), no tendrá ningún
miramiento a la hora de “aniquilar” todas las amenazas que se le presenten.
Todos los gobiernos norteamericanos
han sido fatídicamente soberbios y déspotas a la hora de dar sus zarpazos y
cometer sus crímenes por todo el mundo. Con Trump, bocón y panfletario, podemos
prever un mayor envilecimiento del imperio norteamericano. Que Dios nos libre
de esta gente.
Richard
Canan
Sociólogo
@richardcanan
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