Demasiada baba sale de los hocicos de las hienas hambrientas. Es exageradamente evidente. Las fieras de la oposición están poseídas por el demonio de la ambición desmedida, la deslealtad y una muy reconocida tendencia a moverse solo para defender sus intereses de clase y sus negocios grupales.
La rebatiña por presidir la Asamblea Nacional acaba de poner al descubierto a los demonios, sapos y culebras que vienen acumulándose desde hace mucho tiempo. Balas, flechas y dardos envenenados vienen y van, mientras las confabulaciones,componendas y negociados están a la orden del día.
Las aparentemente “honestas” y cándidas declaraciones del gobernador Capriles han llegado en un momento inoportuno para los maquinadores detrás del poder. Han sido implacables las críticas y con toda razón. Las palabras de Capriles están llenas de soberbia y, como de costumbre, vienen cargadas de un tono de superioridad que ha generado malestar entre la fauna opositora.
Capriles se autoconfesó como sintiéndose el papá de los helados. Habló como si fuera el carteludo de la banda de hampones y criminales de la derecha. Como si hubiera sido elegido el Don, el Pran y líder indiscutible de las huestes opositoras (primus inter pares). Pero como ya es costumbre en su decadente y derruido “liderazgo”, lo que ha recibido es una andanada implacable de ataques y maldiciones, palo de todos lados, reflejando el rechazo de la gente a su discurso sectario y a sus pretensiones de amo y patrón. Cual mantuano en sus predios, ha querido muchachear y sombrerear al resto de los partidos y factores que cohabitan en la derecha, cuyas aspiraciones e intereses coliden de manera frontal con los deseos y antojos de Capriles.
Así, Don Capriles (casi Corleone) se despachó unas declaraciones prenavideñas donde le dio con el tobo a sus excompañeros y excolegas fascistas de Voluntad Popular. Sin que nadie le preguntara, se estrelló solito al señalar que “La Salida hay que incluirla en los grandes fracasos nacionales; como el paro. Le dio narrativa al gobierno por un año y todavía. De haber asumido ese camino no habríamos tenido el triunfo del 6D”. Y para que les duela todavía más, ratificó que “Aquí no hay espacio para La Salida segunda parte, si pretendes mantener la Unidad. Quien quiera eso, le saldremos al frente con firmeza. Yo no voy a descalificar a nadie, pero es cierto que hay gente que le encanta mandar a revisar a otros, pero deberían revisar sus propias actuaciones”. Tarde se dio cuenta Capriles que el camino del terrorismo, el asesinato y el guarimbeo es un tremendo error. No menciona ni a los muertos ni a los heridos, ni una palabra de aliento para las viudas y huérfanos generados por la derecha. Así de fangosa es su memoria selectiva. Todos estos terroristas y asesinos deben seguir pagando con cárcel por sus crímenes de odio.
Volviendo al tema del asalto sobre la Asamblea Nacional, Capriles no oculta sus pretensiones y su fórmula matemática perfecta para exigir, como mínimo, válgame Dios, la presidencia de la Asamblea. Así, soltó línea sin rubor alguno que “Esos diputados electos pertenecen a partidos políticos en una plataforma unitaria. El partido que tiene la mayor representación de diputados siempre ha sido el que primero elige los puestos. Eso sí, habrá una sola fracción. Yo insto a que esas normas sean a cinco años y las cumplan todos los partidos. Creo que Julio reúne todas las condiciones para presidir la Asamblea”. Es decir que Capriles ordena que sean los de su partido, Primero Justicia, los que se atornillen de primero en la Asamblea Nacional pasando por encima del resto de los partidos. También, y adelantando su propia agenda legislativa, mencionó una retahíla de leyes que impulsarán ellos solos en la Asamblea Nacional. Eso sí, dejando con desdén y por allí al final de la lista, la ley de impunidad para terroristas y asesinos que impulsa la derecha. Capriles declaró con el pañuelo en la nariz que “La Ley de Amnistía no es excluyente”. Tremendo desplante y sacada de culo para sus examigos, los asesinos y guarimberos presos por los actos terroristas de La Salida.
Entre sus disparates y disgregaciones Capriles se atrevió a criticar a Corpomiranda, casi que entre sollozos y lágrimas. Aprovechó para dar más instrucciones a sus empleados-diputados en la Asamblea Nacional, afirmando que “Ahora no habrá créditos adicionales”.
Capriles parece que está picado, cundido de envidia y desprecio porque Corpomiranda lo único que ha hecho es suplir sus evidentes fallas en el abandono de sus competencias.
Todo el país sabe que, en su obsesión por ser Presidente, Capriles ha abandonado todas sus tareas como gobernador, siendo Corpomiranda la única que se ve en las vías del estado Miranda, reparando escuelas y hospitales, haciendo viviendas, rehabilitando estadios y canchas deportivas y dándole duro a la defensa de nuestro patrimonio cultural y artístico.
Mientras Capriles pajarea su sueño etéreo de ser Presidente, Corpomiranda se ha metido de lleno donde el pueblo mirandino necesitaba y reclamaba la atención de su distraído, irresponsable y escurridizo gobernador. En sus narices y ante su intolerable ausencia, Corpomiranda ha ejecutado más de 940 obras de gran impacto en 2 años de gestión, atendiendo las necesidades más importantes de la gente.
La zarandeada contra Capriles ha sido de tal magnitud que hasta el papá del jefe terrorista Leopoldo López, el autor de La Salida, le endilgó en su cara al depresivo de Capriles que en la actualidad estaba tan devaluado que no pasaba de ser “un gobernador y nada más”. Ninguneado pues. Cosas de las locuras de la derecha.
Disparates producto de la indigestión y el atragantamiento por las ansias de poder en su inminente asalto a la Asamblea Nacional.
Que la derecha respete, que no se coma la luz, que el pueblo Chavista está más activo que nunca.
Richard Canan
Sociólogo
@richardcanan