No es por mucho madrugar que amanece más temprano, y quizás por esta razón un genio como Nicolás Lenin afirmaba que en política "quien mucho corre, pronto para". Por pasarse de vivaracho, perder el sentido de la oportunidad y subestimar a sus socios creyendo que son pendejos, Ramos Allup solo ha logrado despertar sospechas en la MUD, aislarse y cavar su propia tumba. Y como el que a hierro mata no puede esperar morirá sombrerazo, más temprano que tarde el pésimo discípulo de Gonzalo Barrios, tambien recibirá su merecido castigo por irrespetar al Padre de la Patria, ofender con improperios a las FANB y andar de necio amenazando con desatar cacería de bruja contra las demás ramas del Poder Público.
Apenas ha transcurrido un escaso mes, y este adeco ya hiede a formol, pues hasta sus compañeros lo critican por utilizar la Presidencia de la AN para sus planes personales, ganando así indulgencia con escapulario ajeno. ¿Acaso Antonio Ledesma, que viene de la misma escuelita, será tan pendejo para no darse cuenta que mientras él esta encanado por inexperto conspirador, Allup anda ofreciéndose como la mágica panacea, en caso de llegar a prosperar esa trasnochada premonición de "salir de Maduro antes de seis meses". Y porque sabemos que en esa frágil unidad solo abundan ambiciones pero escasean neuronas, también se hace fácil presagiar que ese saco de gatos que es la MUD, muy pronto quedara vuelto añico porque sus integrantes se enfermaron creyendo que los mangos están bajitos para asaltar el sillón presidencial.
Y conste que Acción Democrática es la organización que más divisiones ha sufrido por la desmesurada glotonería de su "dirigencia" oportunista y corrompida. Así que no debería extrañarnos que ese virus fraccionalista, también termine contagiando a quienes se dan golpes de pecho, e invocan una hipócrita unidad que no convence ni siquiera a los incautos. Total, cada quien es libre de escoger la forma de morir, y Allup eligió el modo más rápido. ¿Acaso alguien pueda poner en duda de que estemos ante otro caso de crónica de una muerte anunciada?