Taxistas, profesores, funcionarios públicos, y controladores aéreos se unieron este martes en una serie de movilizaciones por las calles de París, capital de Francia, para exigir aumento del poder adquisitivo y la creación de empleos.
Los sindicatos de los funcionarios públicos franceses han manifestado "por la disminución del poder adquisitivo y la pérdida de puestos de trabajo en sectores importantes".
Mientras que los taxistas consideran que las empresas de vehículos particulares con chofer son una competencia desleal, por eso protestaron desde tempranas horas del día paralizando la circulación sobre el periférico y las autopistas de París durante dos horas.
Ante este hecho la policía local arremetió contra los taxistas arrojándoles gases lacrimógenos a fin de que abrieran paso. En el lugar se hizo presente el equipo de bomberos para apagar las hogueras que los conductores habían iniciado en mitad de la autopista.
La huelga de los conductores hizo que el grupo sindicalista fuera recibido, esta mismo martes, por el Primer Ministro, Manuel Valls, y el secretario de transporte, Frédéric Cuvillier, a fin de iniciar un diálogo que ponga punto y final a las revueltas de este gremio.
A esta situación se sumó la huelga de controladores aéreos, en la que la Dirección General de la Aviación Civil autorizó para que se anularan 20% de los vuelos planeados para este martes a la capital francesa.
Los controladores piden ser excluidos de la reforma del sistema de primas de los funcionarios programado por el gobierno, debido a que se traduce en más de la mitad de su remuneración; y además denuncian la progresiva eliminación de puestos de trabajo que se ejecuta desde los últimos 10 años.
Los sindicatos de los funcionarios públicos franceses han manifestado "por la disminución del poder adquisitivo y la pérdida de puestos de trabajo en sectores importantes".
Mientras que los taxistas consideran que las empresas de vehículos particulares con chofer son una competencia desleal, por eso protestaron desde tempranas horas del día paralizando la circulación sobre el periférico y las autopistas de París durante dos horas.
Ante este hecho la policía local arremetió contra los taxistas arrojándoles gases lacrimógenos a fin de que abrieran paso. En el lugar se hizo presente el equipo de bomberos para apagar las hogueras que los conductores habían iniciado en mitad de la autopista.
La huelga de los conductores hizo que el grupo sindicalista fuera recibido, esta mismo martes, por el Primer Ministro, Manuel Valls, y el secretario de transporte, Frédéric Cuvillier, a fin de iniciar un diálogo que ponga punto y final a las revueltas de este gremio.
A esta situación se sumó la huelga de controladores aéreos, en la que la Dirección General de la Aviación Civil autorizó para que se anularan 20% de los vuelos planeados para este martes a la capital francesa.
Los controladores piden ser excluidos de la reforma del sistema de primas de los funcionarios programado por el gobierno, debido a que se traduce en más de la mitad de su remuneración; y además denuncian la progresiva eliminación de puestos de trabajo que se ejecuta desde los últimos 10 años.