El comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Nicolás "Gabino" Rodríguez Bautista, informó que en 2016 se establecerá la agenda de diálogo con el gobierno Colombiano sobre la base de los acuerdos hechos en las previas conversaciones sostenidas entre ambas partes
El jefe guerrillero precisó que dicha agenda está programada y que durante los últimos meses se han mantenido en constante acercamiento con representantes del Gobierno. "Las conversaciones entre el ELN y el Gobierno no han sido informales sino confidenciales", explicó en una entrevista ofrecida al diario Gara del País Vasco (España).
"Podemos decirle al mundo que la decisión de sentarse a la mesa de diálogos con el Gobierno fue ratificada por consenso", dijo Gabino, al tiempo que destacó que se tiene la confianza el diálogo se iniciará el próximo año.
"Si el Gobierno lo aceptara, este proceso de paz daría un salto importante y generaría las confianzas necesarias entre las partes, porque estamos en una mesa hablando de paz al tiempo que no para la confrontación, donde siguen muriendo soldados, policías, guerrilleros y, más grave aún, líderes populares y defensores de derechos humanos", expresa Gabino, cuya entrevista fue citada en El Espectador.
Igualmente, dijo que si el gobierno acepta y cumple las condiciones del acuerdo "lo podemos firmar ya" y resaltó que existe una parte que apoya una salida negociada al conflicto armado, mientras que otro sector quiere continuar con la lucha armada, hecho que dificultaría la búsqueda y consecución de la paz.
"La clase gobernante está fracturada en dos partes y eso es de conocimiento público. El expresidente Uribe Vélez agrupa a una de estas partes, que considera que el presidente Santos 'le está entregando el país a la guerrillera y traicionando a Colombia', y el presidente Santos lidera otra parte", aseguró.
Manifestó que existe un riesgo puesto que el mandato de Santos finaliza en 2018 "y el proceso de paz no se agota en los dos años que le faltan de Gobierno, lo que implica una amenaza", si no se establecen unas bases solidas para la negociación.
Afirmó que "las fórmulas para asumir ese proceso deben ser levantadas y construidas por las víctimas y nadie puede reemplazarlas en ello. El Estado, mayormente involucrado en todo esto, es quien tiene menos autoridad moral para hacerlo. Por esto la paz no es un asunto sencillo de 'borrón y cuenta nueva'".
El ELN ha puesto de manifiesto su voluntad negociadora en fecha tan lejana como 1991, durante el gobierno de César Gaviria. Tal opción surgía de la decisión tomada por su jefatura de optar por el diálogo y participar en las conversaciones que se desarrollaron ese año en Caracas y en Tlaxcala, México, que fueron continuadas en 1992 en esa ciudad mexicana.
Siendo ésta la organización guerrillera que desde sus primeros días asumiera el enfoque más vertical en torno al acogimiento de la lucha armada como vía para tomar el poder, tal sentencia significó un trascendente cambio en su manera de mirar la acción política.
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