Cuatro expresidentes latinoamericanos de derecha, por supuesto, condenaron la violencia en Venezuela asumiendo de una que la misma es del gobierno venezolano e hicieron un llamado a establecer "un debate constructivo" que permita preservar la democracia, como si ella estuviera en peligro.
"Llamamos muy especialmente al Gobierno para que contribuya a crear sin demora las condiciones propicias para este debate, con una agenda compartida y sin exclusiones", propusieron el costarricense Oscar Arias, el brasileño Fernando Henrique Cardoso, el chileno Ricardo Lagos y el peruano Alejandro Toledo en una declaración conjunta. Todos connotadas joyas. Al parecer como que no saben, porque sólo leen lo que les proyecta, de los imnumerables intentos y propuestas de paz del gobierno venezolano.
El documento con fecha 5 de junio fue colocado por Arias, Premio Nobel de la Paz 1987, en su cuenta de Facebook.
Los exmandatarios habían sido invitados por el golpista Leopoldo López a interponer sus "buenos oficios" en la búsqueda de una salida a la crisis venezolana, pero la declaración no hace referencia a ninguna gestión en tal sentido.
Condenaron también la "criminalización de la protesta cívica y la oposición democrática", en particular la detención de estudiantes y del por ellos llamado líder, Leopoldo López, quien debe estar muy contento porque su "llamado" fue a-cogido y salió en facebbok. Algo es algo...
Sin embargo, los cuatro ex advirtieron que "es también indispensable que las manifestaciones de protesta de los partidos de la oposición se mantengan dentro de los cauces pacíficos que han de regir en una sociedad democrática y del respeto debido al mandato de las distintas autoridades del país, en los términos pautados por la Constitución venezolana".
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